El sorpresivo anuncio de que el Gran Maestro Lázaro Bruzón tampoco jugará la Olimpiada de ajedrez, en Batumi, Georgia, por causa de una repentina enfermedad, ha terminado por hundir las aspiraciones de la selección cubana de incluirse entre las 20 primeras del certamen.
Bruzón es el actual líder del ranking nacional, por su ELO de 2653 puntos y debía defender el primer tablero del equipo. De acuerdo con una información de la Federación cubana, el Gran Maestro tiene problemas de salud que exigen reposo y otras limitaciones que imposibilitarían su presencia en la urbe georgiana. Este es otro durísimo golpe para una selección que extrañará la ausencia del mejor ajedrecista latinoamericano, Leinier Domínguez, quien se encuentra residiendo en Estados Unidos y lleva más de un año sin participar en un torneo de ajedrez clásico.
Ante la ausencia de Bruzón, la Federación decidió incluir en el equipo a Yasser Quesada (hermano de Yunieski, otro que tampoco estará en Batumi) quien debutará en Olimpiadas. Por tanto, el equipo quedará conformado por los Grandes Maestros Yusnel Bacallao (¿primer tablero?), Isán Ortiz, Yuri González, Omar Almeida y Quesada, con el MI Rodney Pérez como capitán. ¿Pronóstico? Finalizar entre los 30 primeros sería un buen resultado.
Bruzón jugó en 9 Olimpiadas de manera consecutiva, desde 2000 hasta 2016. En total celebró 98 partidas, con 41 victorias, 37 tablas y 20 fracasos. En dos ocasiones (esta hubiera sido la tercera) defendió el primer tablero (2002 y 2006) y su mejor actuación en Olimpiadas fue en la cita de Calviá, en 2004, donde hizo 8 puntos de 11 posibles y contribuyó notablemente a que Cuba finalizara en la séptima posición de la tabla general.
El equipo femenino cubano no tuvo cambios, por lo que harán el viaje la líder del ranking nacional, Lisandra Ordaz, quien tiene el título de Maestro internacional sin distinción de sexo, Lisandra Llaudy, Maritza Arribas, Yaniet Marrero y Yerisbel Miranda.