La 21 edición de la Copa Mundial de la FIFA ya es historia. El evento deportivo más seguido del planeta estuvo lleno de sorpresas y volvió a ser el escenario ideal para que las actuales y futuras estrellas del fútbol mostraran su calidad. Al final se impuso el pragmatismo francés, capaz de superar en el duelo por el título a Croacia, un equipo que había ganado simpatía global por su enorme voluntad de lucha. ¿Fue justo el Balón de Oro para Luka Modric? Esa y otras interrogantes de seguro generarán polémicas durante algún tiempo más; pero lo cierto fue que vivimos un certamen muy bien organizado y con la tecnología como una invitada especial que, de seguro, llegó para quedarse.
¿Cuáles fueron los mejores momentos del Mundial Rusia 2018? Les propongo recorrer diez hechos que ya forman parte de la historia de casi nueve décadas de una Copa, hecha de oro sólido, que hoy levantó, por segunda ocasión, la selección francesa.
El pragmatismo francés
Francia añadió la segunda estrella a su vistoso uniforme azul. Los galos fueron de menos a más en el torneo y cerraron los cuatro partidos decisivos con 11 goles. Los 25,5 años de media suponen que sea el campeón del mundo más joven desde 1970. Esta versión de los “Bleus” fue muy efectiva y supo aprovechar la mayoría de las oportunidades que creó o recibió. Por eso, 20 años después, levantó nuevamente la Copa FIFA.
Croacia, la heróica
Croacia fue la gran revelación de la Copa y el campeón sentimental de muchos. Hizo lo que ningún equipo había logrado antes: ganar tres partidos consecutivos en tiempo extra. El enorme desgaste físico le pasó factura en el duelo ante Francia, pues los defensores no pudieron frenar a Mbappé y Pogba. Modric fue la principal figura de la selección, mientras, Mario Mandzukic no olvidará nunca la Copa: marcó el gol más importante en la historia de Croacia, frente a Inglaterra; luego fue protagonista del primer autogol en una final del Mundial y, minutos más tarde, dejó en ridículo al portero Lloris.
Bélgica, el campeón que pudo ser
Bélgica mostró el mejor fútbol del Mundial y logró su actuación más destacada de la historia; sin embargo, dejó la sensación de que pudo haber llegado a la final. Los belgas superaron al gran favorito, Brasil; pero después chocaron contra el muro francés. El triunfo sobre Inglaterra, en la discusión del tercer lugar, no sirvió de mucho consuelo para un grupo en el que brilló Hazard.
Inglaterra, los Leones vuelven a rugir
Después de 28 años, una selección inglesa volvió a incluirse en la semifinal de un Mundial. El “proceso” de reconstrucción, ahora liderado por el DT Southgate, mostró excelentes señales. Dentro de cuatro años, en Catar 2022, la nómina podría ser muy similar a la de esta Copa, solo que los jugadores tendrán mucha más madurez, esa que les faltó en el momento de enfrentar a Croacia.
Kylian Mbappé, el futuro del fútbol
La FIFA premió a Mbappé como el mejor jugador joven del Mundial y, quizás, también debió otorgarle el Balón de Oro. Con solo 19 años, este formidable atleta envió claras señales de que puede luchar por la condición de futbolista más completo del planeta. Tiene una velocidad imparable y no le falta técnica ni olfato goleador. Ante Argentina logró dos goles espectaculares y, luego, en la final, los croatas cometieron el error de darle espacio y pagaron un alto precio: fortísimo disparo que no pudo detener el portero. Esa anotación acabó con las pocas esperanzas que le quedaban a Croacia.
Luka Modric, otro polémico Balón de Oro
El croata fue el jugador que más corrió en el Mundial, con y sin el balón; también fue el que estuvo más tiempo sobre el terreno de juego. Entregó pases casi siempre certeros y fue el genio creador de la ofensiva de su selección; además, ante Argentina logró uno de los goles más espectaculares de la Copa. Por todo esto, la FIFA le entregó el Balón de Oro, un premio que lo reconoce como el mejor jugador del evento. ¿No debió terminar este galardón en manos de uno de los campeones o de Hazard?
Harry Kane, una Bota de Oro sin mucho brillo
Kane tuvo una gran primera fase, en la que anotó cinco goles, tres de ellos frente al rival más débil del torneo, Panamá. Luego, en lo que constituyó su tercer gol de penal, marcó la anotación que dio ventaja a Inglaterra, sobre Colombia, en octavos de final. Después, Kane desapareció y no pudo añadir ni un tanto más en los choques decisivos contra Suecia, Croacia y Bélgica. De cualquier forma, sacó dos goles de ventaja a su más cercanos perseguidores, el ruso Denis Chéryshev, el belga Romelu Lukaku y el portugués Cristiano Ronaldo.