El camagüeyano Carlos Albornoz entró en los libros de récords del ajedrez cubano, al convertirse en el tercer Gran Maestro más joven en la historia del país, solo superado por dos de las figuras más importantes de todos los tiempos en Latinoamérica: Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón.
Bruzón logró las tres normas con 17 años, 1 mes y 5 días en el torneo internacional Memorial Guillermo García, en Santa Clara, en 1999; Leinier tenía 17 años, 3 meses y 26 días cuando cumplió su última norma, en Linares, España, en 2001; mientras, Albornoz completó su norma con 17 años, 6 meses y 10 días, tras ganar el Campeonato Centroamericano y del Caribe de ajedrez sub-20, efectuado en Guatemala, con acumulado de 8,5 puntos en nueve rondas.
De acuerdo con datos del AI Osmani Pedraza, Albornoz es el primer Gran Maestro de Camagüey y el primer cubano nacido después de 2000 en alcanzar la más alta categoría en el ajedrez.
“Me considero talentoso, pero el estudio es fundamental; sin ello jamás jugarás buen ajedrez. Más allá de la teoría me gusta improvisar; son inagotables las variantes en este juego. Existen las novedades para sacar al rival de la teoría, pero todo esto se perfecciona revisando partidas, planes de grandes maestros de un nivel alto (…) El ajedrez s un deporte difícil. Antes de los torneos trato de revisar el repertorio de los rivales para medir debilidades y fortalezas. Pero en el ajedrez se gana y se pierde, es un juego. Con las derrotas hago el análisis prudente pero no me aflijo, aunque previamente salga de favorito. Esto es mi vida”, reconoció Albornoz, en una entrevista en PlayOff Magazine.