La etapa clasificatoria de la Copa Mundial Rusia 2018 ya es historia, por lo que resulta oportuno revisitar los mejores momentos vividos por los cinco equipos latinoamericanos que lograron incluirse en octavos de final.
El cerrojo defensivo de Uruguay
La única selección latinoamericana que obtuvo tres victorias en su grupo fue Uruguay. La defensa celeste brilló en todo momento, a tal punto que la portería, defendida por Fernando Muslera, quedó en cero. Ningún otro equipo logró tanta eficiencia.
No obstante, el camino uruguayo hacia la conquista del grupo A no fue sencillo. En el duelo inaugural, los “Faraones “egipcios se las arreglaron para mantener el 0-0, hasta el minuto 89, cuando José María Giménez cabeceó un balón y desató la euforia de miles de seguidores en el estadio de Ekaterimburgo. En este partido, Luis Suárez no se cansó de fallar ocasiones claras de gol y esto despertó varias dudas.
En la siguiente presentación muchos pronosticaron una goleada sudamericana, ante el rival más débil del grupo, Arabia Saudita, que había sido vapuleada por Rusia en el debut; sin embargo, el partido fue más complejo de lo esperado; aunque sin tanta tensión como ante Egipto. Suárez marcó el único gol, en el minuto 23 y esto fue suficiente para garantizar la clasificación a la siguiente fase.
La despedida fue un baile de fútbol ante Rusia, un oponente que había deslumbrado en sus dos encuentros previos y que tampoco se jugaba demasiado en ese encuentro. De cualquier forma, el 3-0 en la pizarra muestra el claro dominio charrúa. Quizás la mejor noticia haya sido que Edinson Cavani finalmente anotó un gol.
Uruguay salió con sobresaliente su primer examen en Rusia. Ahora tendrá que brillar en su duelo de octavos de final frente a Portugal. Veremos si el muro charrúa puede detener a Cristiano Ronaldo.
Coutinho, la gran estrella de Brasil
Brasil fue y todavía sigue siendo considerado el principal favorito para ganar, por sexta ocasión, la Copa Mundial; sin embargo, para añadir la nueva estrella al uniforme, el equipo que dirige Tite tendrá que mejorar muchísimo, porque su juego no provocó demasiados aplausos en el grupo E.
Ante Suiza, un formidable gol de Philippe Coutinho, en el minuto 20, hizo que no pocos pensaran que el “jogo bonito” de la Canarinha rompería fácilmente la defensa helvética; sin embargo, a partir de allí desaparecieron los goles brasileño. Suiza empató en el inicio de la segunda parte y la repartición de puntos, de seguro, no dejó satisfechos a los brasileños.
Peor fue lo que sucedió contra Costa Rica, ya que durante 90 minutos los sudamericanos fueron incapaces de perforar la portería de Keylor Navas. Ni siquiera Neymar, con uno de sus ya clásicos “piscinazos” pudo engañar al árbitro. ¡Gracias VAR! Cuando parecía que el empate estaba firmado en San Petersburgo apareció nuevamente Countinho, sin dudas la gran figura actualmente de la Canarinha, para anotar el gol de la clasificación, ya en tiempo de descuento. Luego, Neymar, antes de estallar en lágrimas, marcó el 2-0.
En la despedida, Brasil tenía que superar a Serbia, para garantizar un cupo a los octavos de final. Paulinho cazó un balón y con su fuerza física y habilidad se encargó de calmar los ánimos. Después, Thiago Silva cabeceó y puso el 2-0. Significativo su abrazo con Neymar, tal vez para mostrar públicamente que el desencuentro entre ambos había quedado atrás. Brasil necesitará, entre otras cosas, que el grupo de jugadores marche unido.
En octavos de final, la Canarinha enfrentará a México. Mala suerte para la Tricolor que, tras su prometedor comienzo, finalizó en el segundo puesto de su agrupación.
La cabeza salvadora de Yerry Mina
De seguro nadie pudo imaginar que, después de tres partidos, el líder goleador de Colombia, en el Mundial de Rusia, no fuera ninguna de sus grandes estrellas ofensivas (Falcao, James, Bacca), sino un defensor que apenas tuvo algunos minutos de juego con su club, el Barcelona, en la temporada europea. Tal vez ni en sus sueños más optimistas Yerry Mina se vio anotando dos goles, de cabeza; pero lo cierto fue que los 195 centímetros de estatura del defensor resultaron claves en las victorias de los sudamericanos sobre Polonia y Senegal.
Tras un comienzo errático frente a Japón, en el que mucho influyó la expulsión de un jugador, los colombianos mostraron una gran recuperación, para dejar en el camino a dos adversarios complicados. Ahora, en octavos de final, chocarán con Inglaterra, y en sus filas difícilmente esté James Rodríguez, quien se resintió una vieja lesión. Si Colombia entrara a ese desafío con el ímpetu mostrado frente a Polonia, entonces el regreso a cuartos de final no parecería imposible.
México, lindo y querido
La histórica victoria contra Alemania hizo vibrar no solo a México, sino a toda Latinoamérica; pero los seguidores de la Tricolor, que esperaban una clasificación sin sobresaltos, terminaron agradeciendo, en Ciudad de México, al embajador de Corea del Sur, por el asombroso éxito de los asiáticos frente a los germanos. Solo con este inesperado resultado, la selección mexicana pudo avanzar nuevamente a los octavos de final.
México brilló en sus dos primeras presentaciones. Hirving Lozano marcó ante Manu Neuer un gol que será recordado por siempre; Rafa Márquez amplió su leyenda al jugar en su quinta Copa; mientras, el “Chicharito” Hernández volvió a anotar en un Mundial. Todo parecía perfecto…hasta que Suecia mostró las carencias de un equipo que, para llegar a su elusivo quinto partido (o sea, a los cuartos de final), tendrá que superar nada menos que a Brasil. Lástima que una Copa que inició de manera tan prometedora para el Tricolor vaya a concluir en un partido contra Brasil.