La Gran Maestra pinareña Lisandra Ordaz puede considerarse entre las tres mejores ajedrecistasdel país en el siglo XXI. Nunca ha ganado un campeonato nacional, ni tampoco ha obtenido una medalla olímpica; pero logró dos cosas que ninguna de sus coterráneas había alcanzado: superó la barrera de los 2400 puntos de coeficiente ELO y se convirtió en la primera cubana en ser reconocida como Maestro Internacional, sin distinción de sexo.
La Federación internacional de ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) establece normas diferentes para hombres y mujeres, porque considera que la fuerza en el juego de los dos sexos no es la misma. De esta forma tenemos Maestros (MI) y Maestras Internacionales (WMI) y Grandes Maestros (GM) y Maestras (WGM). Contra esta “distinción” han luchado varias ajedrecistas, sobre todo la húngara Judith Polgar, quien fue la primera en obtener el título de Gran Maestro y, en la actualidad, la china HouYifan ha decidido seguir el camino de Polgar y solo participa en torneos donde intervengan hombres muy bien ubicados en el ranking mundial.
Ordaz obtuvo el título de Maestra Internacional en 2004 y de Gran Maestra en 2011. Su primera norma de Maestro Internacional la logró en el Memorial Capablanca de 2010; añadió la segunda en el Open de Panamá, en 2011, y la última llegó por su buena actuación en el torneo Carlos Torres Repetto, de 2013. A pesar de tener las tres normas, la pinareña tuvo que esperar cinco años hasta que quedara oficializado su reconocimiento como Maestro Internacional por la FIDE por un elemento de mucho peso: necesitaba alcanzar un ELO superior a las 2400 unidades, una cifra a la que nunca había llegado una cubana.
A finales de 2017, Ordaz terminó en la segunda posición del grupo Magistral del torneo Don Modesto Castellón, celebrado en la ciudad mexicana de Mérida, y donde compitieron cinco hombres y la pinareña. Allí, Ordaz firmó cuatro tablas y superó al cubano Juan Carlos Obregón, por lo que añadió 20 puntos a su ELO, alcanzó las 2414 unidades y, de esta forma, entró en la historia del ajedrez cubano, porque se convirtió en la primera jugadora en pasar esa barrera en el coeficiente y, además, pudo ubicarse en el lugar 50 del ranking universal.
Una vez cumplidos todos los requisitos, la Federación cubana presentó su solicitud a la FIDE y esta organización, en la Junta presidencial, desarrollada en Minsk, la capital de Bielorrusia, le otorgó a Ordaz el título de Maestro Internacional sin distinción de sexo.
A sus 29 años, Ordaz tiene como siguiente desafío convertirse en Gran Maestro. No será fácil, ya que, además de las normas, tendrá que aumentar su ELO en al menos 100 puntos más. La pinareña lidera ampliamente el ranking cubano y esto incidió en que optara por no competir en el campeonato nacional más reciente. A diferencia de lo que ocurre entre los hombres, la Federación cubana no contempla una “exención” para las jugadoras con mayor ELO. Mientras se desarrollaba el torneo femenino, en Holguín, ganado por LisandraLlaudy, Ordaz competía en el certamen “Eldis Cobo”, efectuado en La Habana, donde enfrentó a 5 hombres. No le fue mal, porque finalizó en la tercera posición, con cinco puntos de 10 posibles.
¿Estará Ordaz como primer tablero de la selección cubana, en la próxima Olimpiada, prevista para Batumi, Georgia? La pinareña ha competido en cuatro ediciones de este evento, el más importante entre selecciones nacionales. En 2010, en Khanty-Mansiysk, formó parte del equipo que hizo historia, al concluir en la cuarta posición. Allí, Ordaz fue la única integrante de la selección que no descansó y en las 11 rondas obtuvo 6,5 unidades.
En la edición de 2016, acogida por Bakú, Ordaz estuvo presente, pero como entrenadora del equipo mexicano. Esperemos que ahora retome el primer tablero de Cuba.