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Arrancó la temporada de la NFL: mareo millonario por mariscales de campo

La NFL comenzó oficialmente su temporada 2018-19 y no pocos equipos han decidido colocar su mayor atención (y billetera) en la posición clave de este deporte: el mariscal de campo. Los movimientos han sido realmente sorprendentes. Por un lado, los campeones del Norte de la NFC, los Vikingos de Minnesota, se deshicieron de sus tres mariscales y optaron por convertir a Kirk Cousins en el mejor pagado de todos los tiempos; por el otro, los Broncos de Denver  también “limpiaron la casa” e incorporaron al desechado Case Keenum; mientras, los Cardenales de Arizona, desesperados tras el retiro de Carson Palmer, decidieron hundirse en la interrogante que es Sam Bradford, nada menos que por 20 millones (15 garantizados) por un año. De seguro lamentarán esa decisión.

Además, Drew Brees apostó por el terreno conocido y con su nuevo contrato garantizó que el uniforme de los Santos de Nueva Orleans sea el único que vista a lo largo de su carrera de Salón de la Fama. Aquí no terminan los cambios, pues el peor equipo de la década, los Browns de Cleveland, obtuvieron a Tyrod Taylor y los Jets…ah, los Jets firmaron al más que veterano Josh McCown y a otro de los despedidos por los Vikings, Teddy Bridgewater; mientras, los Bills le dieron 10 millones por dos años a A.J. McCarron. En Kansas City perdieron la cabeza y dejaron ir a Alex Smith, quien fue recibido con los brazos abiertos en Washington. ¿En serio los Jefes piensan que el joven Patrick Mahomes podrá darles más que un hombre que, en cinco temporadas, tuvo balance de 50 y 26? ¿O acaso consideran que los continuos reveses de los Jefes en playoff han sido solo culpa de Smith?

EL PEOR MOVIMIENTO

Por supuesto, la locura de la gerencia de los Cardenales. Bradford ha sido un enorme fiasco en la NFL y en sus siete temporadas apenas ha jugado dos a tiempo completo. Por tanto, es incomprensible el enorme contrato que le extendió la franquicia.

EL MÁS ARRIESGADO

John Elway probó por todas partes; pero ni Brock Osweiller, Paxton Lynch o Trevor Siemian pudieron mover las cadenas de la ofensiva de los Broncos. Por tanto, el equipo optó por un movimiento arriesgado: traer a Keenum, quien tendrá que demostrar que su espectacular año con los Vikingos no fue solo una buena racha.

TODO O NADA EN MINNESOTA

Los Vikingos estuvieron a solo un partido de convertirse en el primer equipo de la NFL en jugar el Súper Bowl en casa; sin embargo, fueron aplastados por las Águilas de Filadelfia. Los campeones del Súper Bowl LII decidieron mantener a Nick Foles, quizás el mariscal suplente más completo de la liga, cuando podían haber obtenido a varios talentos a cambio del veterano; pero la rodilla de Carson Wentz despierta no pocas dudas, así que en Filadelfia prefirieron ser cautelosos. En Minnesota no ocurrió lo mismo. La gerencia optó por sacar a sus tres mariscales y traer nuevos rostros. Cousins, probablemente de los sobrevalorados de la NFL, logró su sueño: 84 millones de dólares garantizados por tres años (el salario más alto de la competición) y tendrá como suplente a Trevor Siemian.

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