Después de la intempestiva salida de Neymar, rumbo al PSG, todos sabíamos que el Barca no demoraría en invertir los 222 millones de euros que depositó en caja el jeque catarí que quería, a toda costa, al brasileño en París. Lo que no pudimos prever en ese momento era que la directiva del Barca, al peor estilo “Galáctico”, abriría la chequera en grande para traer al Camp Nou a Dembelé (145), Paulinho (40), Semedo (30,5), Deulofeu (12) y Marlon (5)…y, finalmente, a Philippe Coutinho, por la exorbitante cifra de 160 millones de euros, la segunda más alta de todos los tiempos pagada por un futbolista.
En total, el Barça ha gastado esta temporada 392,5 millones de euros en fichajes. ¿Más dinero, más títulos? Ya sabemos, gracias al Real Madrid y al Manchester United, que esa ecuación no siempre funciona. Lástima que el clan Barça haya cambiado su “política” y, en lugar de potenciar su mundialmente famosa Masía, refuerce su plantilla solo a base de talonario. Cartera contra cantera es el método ahora, cuando, en realidad, debería ser al revés.
Verdad que se les ha ido la mano… pero hay que tener en cuenta que no todos los días sale un Iniesta, Xavi o Messi. Yo apostaría más por fichajes jóvenes baratos (ej. Dembelé hace 2 años), lo que claro, para eso hay que tener un ojo fino…