El impacto de las nuevas tecnologías cada vez es más evidente en los entrenamientos deportivos. Atletas y preparadores comprenden que el resultado de una competición se decide mucho antes de que la persona se lance a la piscina, escuche el disparo de arrancada, propine un golpe o marque un gol. Sin una preparación personalizada y que utilice los adelantos de la ciencia es imposible alcanzar hoy una medalla, en cualquier nivel. Por tanto, uno de los elementos clave en cada fase del entrenamiento es seleccionar aquellos dispositivos que más puedan ayudar a estudiar y, con ello, perfeccionar el rendimiento del deportista. Entre las diversas opciones disponibles, una de las más empleadas, a partir de sus múltiples ventajas, es el pulsómetro, un gadget que maximiza la eficiencia en la formación del atleta y reduce notablemente las posibilidades de lesiones.
Antes resultaba común, en los entrenamientos, que un atleta se detuviera un momento, se llevara la mano a la muñeca y contara el pulso. Este método manual para conocer el ritmo cardíaco, aunque lógicamente sigue siendo efectivo, ha quedado en el pasado, al ser sustituido por el pulsómetro, que permite que un deportista mida su frecuencia cardíaca en tiempo real y también ofrece datos muy útiles, como la velocidad, distancia recorrida y contabiliza las calorías quemadas. El hecho de conocer el nivel de trabajo del corazón es muy importante para el deportista, ya que su estado físico es esencial para definir su resistencia aeróbica.
En el mercado existen dos tipos de pulsómetros, uno que contiene una banda pectoral, que es una cinta sensible a las pulsaciones del corazón y que transmite esa información, mediante una vía inalámbrica, por lo general Bluetooth, a un reloj y otro tipo, mucho más avanzado, que tiene un muy moderno sensor integrado en la parte trasera del reloj y que es capaz de reconocer las pulsaciones en los capilares sanguíneos de la muñeca del atleta. Este último modelo resulta, indudablemente, más preciso y mucho más cómodo y las diferentes marcas apuestan por esta tecnología. Aquí les propongo un bien documentado comparador de pulsómetros que facilitará seleccionar el que se adapte mejor a las necesidades de cada cual.
En la actualidad gran parte de los que practican, de manera profesional o por el placer de estar en forma física, las más diferentes especialidades deportivas, recurren al pulsómetro. Este gadget es muy práctico tanto para el atleta olímpico que corre la maratón o es velocista o nadador, como para el que asiste a clases de spinning o de aeróbicos, porque con el pulsómetro logran controlar mejor la intensidad del entrenamiento y saben, con mayor precisión, si necesitan realizar un mayor esfuerzo o si, por el contrario, el trabajo realizado es demasiado intenso para el cuerpo y es necesario hacer una pausa o reducir el ritmo.
Está claro que con solo utilizar el pulsómetro esto no nos convertirá en corredores o nadadores más rápidos. El gadget no hace milagros, pero sí ayuda a que el entrenamiento no se realice por debajo de las posibilidades reales de cada persona o que esta haga un sobresfuerzo, por ejemplo, que corra más rápido de lo que debería, cuando solo está en una fase de preparación. De esta forma también es posible evitar lesiones.
En la actualidad, los pulsómetros forman parte inseparable del equipo de entrenamiento de todos los deportistas. Son pequeños, precisos, fáciles de utilizar y ayudan a controlar el estado físico y evitar el exceso de entrenamiento. Ellos se encargan de decirte cuándo tu cuerpo puede soportar más y cuándo es imprescindible detenerse, por tanto, funciona como tu propio entrenador personalizado.