La selección cubana de ajedrez que intervino en la Copa Mundial por equipos, celebrada en Tsaghkadzor, Armenia, terminó de la peor forma posible, al sufrir su quinto revés de manera consecutiva; aunque dos de sus integrantes subieron al podio de premiaciones: el GM Yuniesky Quesada fue el mejor tercer tablero, con su formidable actuación de 5,5 puntos en 8 partidas; mientras Leinier Domínguez terminó con bronce, entre los defensores del primer tablero.
Para la jornada del cierre, el capitán Aryam Abreu decidió darle un descanso a Quesada. De cualquier forma, poco importaba el match contra Estados Unidos, ya que ni siquiera una victoria le hubiera permitido a la selección avanzar varias posiciones en la tabla. Al tomarse el día libre, Quesada garantizó la medalla de oro, por ser el tercer tablero más destacado.
El Gran Maestro villaclareño ganó tres partidas y entabló cinco. En siete de sus ocho cotejos enfrentó a rivales con ELO superior, así que nunca tuvo partidas fáciles. Entre sus triunfos vale la pena resaltar los que obtuvo sobre el húngaro Richard Rapport (2710) y el armenio Vladimir Akopian (2656) y también las tablas firmadas frente al ruso Evgeny Tomashevsky (2745).
Leinier Domínguez jugó un aceptable torneo. Quizás en las últimas rondas hubiera sido necesario un mayor empuje, teniendo en cuenta que este fue un evento por equipos; pero, en sentido general, el mejor ajedrecista de Latinoamérica cumplió su rol. Concluyó invicto en la Copa (+1 =8) y su ELO en vivo aumentó en 4,5 unidades, hasta los 2733,5 puntos, por lo que ahora aparece en el puesto 25 del ranking mundial. Su momento cumbre en el certamen, sin dudas, fue la victoria sobre el ruso Alexander Grischuk (2794).
En el segundo tablero, Lázaro Bruzón comenzó muy bien la Copa, al entablar ante el ruso Sergey Karjakin (2757) y luego derrotar al armenio Sargissian (2674); sin embargo, después perdió el rumbo y dejó escapar posiciones muy favorables, como, por ejemplo, contra el chino Yu Yangi (2724). Finalmente, el tunero hizo 4,5 puntos de 9 posibles (+2=5-2) y cedió 3,5 puntos en su coeficiente.
La principal causa de los cinco matches en línea que perdió Cuba estuvo en el pobrísimo nivel mostrado por Isán Ortiz y Yuri González, quienes rotaron en el cuarto tablero. Entre los dos apenas acumularon un punto en nueve partidas (dos tablas y siete fracasos). Un año atrás, la actuación de Ortiz fue determinante para que la selección nacional brillara en la Olimpiada de Tromso; pero, en Tsaghkadzor, realmente el holguinero quedó muy lejos de su mejor nivel.
Cuba se ubicó finalmente en el octavo lugar, entre 10 participantes, con siete puntos, por sus triunfos ante Rusia, Armenia y Egipto; empató el duelo contra Hungría y perdió cinco matches: Israel, Ucrania, India, China y Estados Unidos.
La gran sensación de la Copa fue China. Rusia sigue teniendo la mayor cantidad de Grandes Maestros y el ELO promedio de sus jugadores por lo general es el más alto en todos los eventos; pero los chinos han ganado los principales torneos en los últimos tiempos. En la Olimpiada de Tromso, los asiáticos concluyeron invictos y repitieron ese resultado en Tsaghkadzor.
Uno de los elementos más llamativos es que los chinos ni siquiera incluyeron en su equipo a todos sus jugadores de mayor fuerza. No estuvieron Li Chao ni Wang Yue; pero con el aporte de Ding Liren (5,5 de 9), Yu Yangi (5 de 9), Bu Xiangzhi (5 de 8) y, especialmente, del niño genio más mencionado en la actualidad, Wei Yi, quien con tan solo 15 años ya tiene un ELO en vivo de 2717 puntos, los chinos terminaron invictos.
Tabla final de posiciones: China 15 puntos; Ucrania 12; Armenia 11, Rusia 10, USA 10, Hungría 9, Israel 8, Cuba 7, India 7, Egipto 1
Publicado en Cubahora