Los Gigantes de San Francisco y los Reales de Kansas City entraron a la postemporada de la MLB como «wild cards», de sus ligas. Dos semanas después, estos dos equipos protagonizarán una de las Series Mundiales más inesperadas de todos los tiempos. Sin un gran presupuesto (KC) y plagados de lesiones (SF), estas selecciones supieron imponerse a contrarios que, por nómina, parecían superiores.
Después de una espera de casi 30 años, los Reales finalmente retornaron a los playoffs y creo que salen como favoritos para ganar el anillo. Su marca perfecta de 8-0 es espectacular y llegarán al Clásico de Otoño (comenzará por el Kauffmann Stadium) bajo un «estado de gracia» asombroso, con un bullpen muy confiable y una alineación que no intimida; pero que supo producir a la hora buena (¡cuatro victorias en extrainnings!).
Me parece que nadie consideró a los Gigantes con posibilidades de avanzar en estos playoffs. Las lesiones de Matt Cain y Marco Scuttaro, más el pobre momento de Tim Lincecum, pesaban muchísimo en contra; pero, una vez más, el director Bruce Bochy logró sacar el máximo de un equipo que dejó en el camino a los Piratas, con gran pitcheo de su estrella, Madisom Bumgarner; luego batalló contra los Nacionales de Washington (inolvidable ese partido de 18 innings) y ahora acaba de dejar tendido sobre el terreno a los Cardenales de San Luis.
Pensé (como la gran mayoría, imagino) que la Serie de Campeonato de la Liga Nacional sería más cerrada; pero los Gigantes aprovecharon cada desliz defensivo de los Cardenales y con el espectacular jonrón de Travis Ishikawa (muy mal trabajo de los relevistas de San Luis) vencieron en tan solo 5 partidos. Esta ha sido una tónica interesante de los playoffs este año: juegos muy reñidos; pero ninguna serie llegó al último duelo posible.
¿Favorito de la Serie Mundial? Dos equipos del «juego chiquito», sin grandes sluggers y un cuerpo de relevistas formidable. Promete ser un Clásico muy parejo, en el que, creo, prevalecerá la inspiración de los Reales.