Durante décadas hemos utilizado “jonrón”, para referirnos a la acción del béisbol en que un bateador, después de su conexión, anota una carrera, tras recorrer sin interrupción todas las bases; pero solo ahora, finalmente, la Real Academia Española (RAE) reconoció la validez de esta palabra que se ha impuesto por la fuerza de su uso.
La nueva edición del Diccionario, la vigésimo tercera en la historia—la primera ocurrió en 1780— incluye 93 111 entradas, casi 5000 más que la versión anterior, publicada en 2001. Muchos de los términos que ingresan están relacionados con las nuevas tecnologías, por lo que ya está permitido escribir “tuit”, “tuitear”, “hacker”, “tableta”, “hipervínculo”, “wifi”, entre otras.
Para su más reciente actualización, la RAE trabajó en colaboración con las 22 academias de lengua española quienes, tras comprobar que cada palabra incluida fuera utilizada en al menos tres países, otorgaron el visto bueno a las modificaciones.
Entre todas las especialidades deportivas, probablemente el béisbol sea una de las que más anglicismos tenga, especialmente porque surgió en un país anglófono.
De acuerdo con un artículo de Orlando Alba, publicado en la revista de Lingüística Teórica y Aplicada, de 2007, “dentro del conjunto de las unidades léxicas que se consideran anglicismos, existe una amplia diversidad. Muchas son palabras íntegramente importadas, en la forma y en el fondo, como hit, bleacher, pitcher, strike, otras son calcos motivados por el parecido en lo fonético y en lo semántico, como base (de ‘basé), doble (de ‘double), triple (de ‘triple); otras consisten en traducciones más o menos exactas, pero no relacionadas en su forma fonológica, del tipo carrera (de »run), jardinero central (de ‘center fielder’).”
No es extraño escuchar a los comentaristas, de diversas nacionalidades, utilizar con pasmosa tranquilidad términos tomados, crudamente, del inglés. “Short stop”, defiende el “right”, “hit and run”, cuando estos tienen una traducción también conocida en el español. Quizás crean—erróneamente, por supuesto—que recurrir al “spanglish” los hace lucir más “cool”.
Jonrón proviene de “home run” y su reconocimiento en el Diccionario de la RAE sin dudas es una buena noticia para los que abogamos por un lenguaje deportivo que, aunque maneje sus propios códigos, respete totalmente la lengua, se aleje de clichés y lugares comunes que hoy pululan en los más diversos escenarios mediáticos.
Publicado en Cubasí