Yuliesky Gourriel y Alfredo Despaigne de seguro están agotados. Su temporada parece infinita; pero ellos siguen demostrando su excelente condición física. De acuerdo con el colega Sigfredo Barro,Despagine suma 124 partidos en menos de un año (59 en la Serie Nacional pasada, 40 cn Granma y 19 con Santiago, 4 con Villa Clara en la Serie del Caribe, 18 con los Piratas de Campeche y 43 con el Chiba Lotte Marines). Mientras, Yuly tiene más «carretera»: 146 desafíos (88 con Industriales, 4 en la Serie del Caribe y 54 en Japón).
Despaigne y Gourriel firmaron con equipos perdedores, así que no habrá playoffs para ellos; pero desde el punto de vista individual, en su temporada de novatos, han demostrado su enorme valía. Tanto Yokohama como el Chiba los quieren de regreso para la próxima campaña; sin embargo, todo eso dependerá de las decisiones que tome su «agente», o sea, la Federación cubana de béisbol, ya que los dos solo firmaron por un año.
En el más reciente despliegue ofensivo, Despaigne logró su sexto «modasho» (partido con 3 o más imparables), en la victoria de los Marines, 8-1, sobre el Hokkaido Nippon Ham Fighters. El granmense impulsó dos carreras y llegó a 32, en solo 43 encuentros; mientras su promedio subió hasta 308 (159-49).
Lejos de allí, los Gigantes de Yomiuri ganaron el título de la Liga Central, al superar al Yokohama (6-3). Lo más interesante aquí fue que Gourriel bateó de 4-3 y salió de una preocupante mala racha. El espirituano, aunque ahora resida en La Habana, anotó las tres carreras de su equipo y elevó su promedio hasta 316 (215-68), con 20 dobles y 11 jonrones (igual cifra que Despaigne), en 54 partidos.