En la Copa Mundial de fútbol, España llegó como gran favorita para retener su corona, pero quedó en el camino en la fase de grupos. Allí faltaron goles, ahora, en el Mundial de baloncesto, faltaron las canastas en el momento preciso y, ante su público, los españoles también decepcionaron, al caer estrepitosamente frente a Francia, en los cuartos de final. Adiós a la soñada final entre NBA vs. ÑBA.
Tuve la oportunidad de ver el partido en vivo, por televisión y confieso que después del levantón en el tercer período pensé que los españoles tomarían distancia de los galos; pero no sucedió así. La ofensiva era caótica, los tiros no entraban y los franceses capturaban todos los rebotes. Creo que el principal problema fue que los ibéricos se vieron en la final mucho antes de llegar a ella, pensaron que el duelo sería otro paseo, al estilo del celebrado en la fase clasificatoria; sin embargo, el terreno mostró una realidad diferente.
Ni Marc Gasol ni Serge Ibaka jugaron bien y el tiro exterior fue un desastre, así que los galos (¡sin Tony Parker ni Joachim Noah!) le amargaron la noche a los locales. Unas horas antes, Serbia aplastó a Brasil y lo considero favorito para jugar por el título. De cualquier forma, no creo que Estados Unidos tenga problemas para retener la corona; aunque tampoco espero una paliza.