Algunas semanas antes de que arrancara el Campeonato Mundial de Baloncesto, en España, el segundo mejor jugador del planeta, Kevin Durant, anunció que no defendería los colores de Estados Unidos en el certamen. Durant aseguró que estaba agotado mentalmente y que necesitaba descansar y prepararse para la próxima campaña de la NBA; pero, al parecer, el problema era otro más “gordo”.
La firma Under Armour anunció que había “firmado” a Durant como la imagen de la marca por una cifra de espanto: entre 265 y 285 millones de dólares por 10 años. Esto sucedió después de que Durant quedara como “agente libre”, tras concluir su contrato de 60 millones y 7 años con Nike. El “bastoncillo” viste al equipo norteamericano y tal vez el jugador quiso evitar cualquier “conflicto de intereses” que aumentara, todavía más, su “agotamiento mental”, ya que, en un primer momento, Nike “solo” había ofrecido 20 millones por año.
Pues bien, Nike reaccionó y le ofreció a Durant el mismo contrato que su rival: entre 265 y 285 millones, también por 10 años…y allí concluyó el culebrón; aunque, como señala Marca, demasiado tarde para que Durant se incorporara a la selección estadounidense (que lo necesitará, para superar a España).