20 años, 190 centímetros de estatura, 80 kilos de pesos y una recta de más de 90 millas. Estas son características del lanzador Héctor Mendoza que, sin dudas, llamaron la atención de los scouts de los Gigantes de Yomiuri. El club nipón de seguro no ha quedado complacido con la actuación de Frederich Cepeda; pero apuesta ahora por un talentoso joven, quizás entre los tres mayores prospectos del pitcheo cubano.
Mendoza viajará acompañado por su entrenador, Carlos Luis Soto, un paso que me parece muy interesante, porque tal vez uno de los principales problemas enfrentados por Cepeda y Gourriel haya sido la adaptación a un nuevo país ( y a una cultura diferente). Solo ahora Cepeda pudo unirse con su esposa e hijo, al igual que Yuly con su familia.
La contratación es la cuarta que realizan los clubes japoneses y la primera con vistas a una formación futura. Cepeda, Gourriel y Despaigne son jugadores con más de diez años de experiencia en el béisbol cubano; pero Mendoza irá a Japón a aprender. Ojalá llegaran más acuerdos (de todo tipo, por supuesto), pero la idea de insertar a los talentos en una competición donde existe tanto rigor en los entrenamientos la considero la principal ganancia.