Con la derrota ante Chile, la selección española sufrió una “maldición” que parece acompañar a los campeones mundiales: después de levantar la Copa de la FIFA no pueden avanzar a la segunda fase en el siguiente mundial.
El diario Marca recordó ese hecho con estas palabras: “la presencia de Italia en Sudáfrica fue un visto y no visto. Llegó con la Copa que había logrado en Alemania como equipaje de mano y se marchó para casa tras una nefasta primera fase. En un grupo que formaba junto a Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda terminó último clasificado sin conocer la victoria.
Ocho años antes, Francia tampoco supo defender su corona como la copa más codiciada en el mundo del fútbol merece. Regresó a París como cuarta de un grupo que contaba con Dinamarca, Senegal y Uruguay. Un empate y dos derrotas fueron demasiado poco para un equipo que había maravillado al mundo ganando el Mundial y la Eurocopa de forma consecutiva.
En 1966, Brasil buscaba repetir el título y con una victoria, quedó por detrás de Portugal y Hungría en su grupo. Sólo pudo superar a Bulgaria en la clasificación. En 1950, el primer campeón que fracasó en una fase final de una copa del mundo fue Italia. En Brasil, el conjunto transalpino vio cómo en un grupo que formaba con Suecia y Paraguay quedó por detrás de los escandinavos.”
La decepción por el pésimo papel de los españoles en el Mundial de Brasil 2014 quedó reflejada en varios medios de comunicación del mundo. Así lo sufrió Marca:
“Tenía que llegar el día y ese día ha sido hoy. La selección española cayó eliminada del Mundial de Brasil tras perder ante la selección chilena en el estadio de Maracaná. Se acaba así una época dorada en el fútbol español marcada por tres triunfos que quedarán siempre en la retina de todos los aficionados: las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010.
Todo lo comenzó Luis Aragonés. Él fue quien dio con la tecla para crear a un grupo de jugadores que encandilarían a todo el mundo. Con una identidad marcada y un estilo de juego inconfundible, España comenzó su dominio en Europa en el año 2008.
En Austria y Viena se proclamaron campeones y llegaron como una de las favoritas para conquistar el Mundial de Sudáfrica. Allí conquistaron la primera estrella que brilla en el pecho de todos los internacionales españoles. Esa estrella llegó de la mano de Vicente del Bosque, quien volvería a conducir al éxito a sus jugadores en la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
Llegó Brasil. La cuna del fútbol y la selección española se volvía a plantar como una de las principales favoritas. Dos tropezones ante Holanda y ante Chile dejaron noqueada a La Roja.”
Curioso: en un lado del Atlántico, abdica un rey, en el otro, pierde la corona un campeón. Una monarquía decadente, un equipo que pide a gritos un reemplazo generacional.