El retraso de las obras en los estadios, aeropuertos y terminales son temas que preocupan a la FIFA y al gobierno brasileño, cuando faltan menos de tres meses para que comience la Copa Mundial de Brasil 2014; sin embargo, no es difícil comprender que el mayor dolor de cabeza para organizadores, futbolistas y fanáticos es la inseguridad reinante en el país sudamericano.
Las cifras no son nada halagüeñas: Brasil es el país con mayor número de muertes provocadas por la violencia entre barras bravas. Esto sucede, sobre todo, por el poco control en los estadios. Estadísticas oficiales recientes mostraron que los registros de robos durante febrero se dispararon en Sao Paulo. Los casos tuvieron un aumento del 47,5% en la capital y del 37,2% en el estado, en relación al mismo mes del año pasado. ¿Cuál sería una posible solución? ¿Militarizar la Copa?
De acuerdo con el gobierno, las fuerzas militares solo actuarían dentro de las instalaciones donde se jugará el Mundial en situaciones de extremo peligro, porque la seguridad estará a cargo de empresas privadas; aunque, probablemente, el mayor temor de los fanáticos no esté en los estadios, sino en el entorno.
Dos de las principales sedes de la Copa, Río de Janeiro y Sao Paulo, atraviesan actualmente por una situación complicada. Río, que también acogerá los Juegos Olímpicos de 2016, incluso solicitó al gobierno la militarización de las favelas, por causa de los constantes ataques armados; mientras, Sao Paulo tuvo, en febrero, el mayor aumento de la tasa de robos desde 2001, según reconoció la prensa paulista.
Ante esta tensa situación, los militares brasileños ingresaron en el complejo de favelas de Maré, en los accesos a Río de Janeiro y cerca del aeropuerto internacional de Galeão, para una “misión de reconocimiento antes de la reconquista de ese territorio”, aseguró TV Globonews. La operación, realizada conjuntamente con la policía, tiene como objetivo preparar la ocupación de este conjunto de 16 favelas controladas por el narcotráfico, donde viven cerca de 130 000 personas.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, pidió a la presidenta Dilma Rousseff los refuerzos militares. “Las Fuerzas Armadas permanecerán en la Maré el tiempo que sea necesario. La primera etapa es la ocupación, que es la que prepara el terreno para la pacificación. La retirada de los militares dependerá de una evaluación conjunta”, aseguró el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.
Este Ministro ha asegurado, en varias oportunidades, que la seguridad durante el Mundial de fútbol estará garantizada. «Nuestro plan fue exhaustivamente discutido con todos los estados. Tenemos un excelente plan de seguridad para enfrentar situaciones en el Mundial. Estamos muy seguros. Tendremos un excelente Mundial con un excelente padrón de seguridad», concluyó Cardozo.
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