Freddy Asiel Álvarez, el mejor lanzador de la pelota cubana, no podrá subirse nuevamente al montículo en la 53 Serie Nacional. Así lo decidió la todopoderosa Federación que desestimó la apelación del jugador a la sanción recibida tras los incidentes ocurridos en el estadio Victoria de Girón, el 17 de febrero. Con su ausencia, las posibilidades del equipo Villa Clara en los playoffs quedan muy reducidas; pero más allá del daño que ha causado la determinación de la entidad, dirigida por el santiaguero Higinio Vélez y del malestar generalizado en casi todo el país ante tanta prepotencia, lo que realmente me molesta es el precedente que acaba de sentar la organización que rige el desarrollo del béisbol en Cuba.
Creo que para todos—menos para la Federación, por supuesto— quedaba claro que el proceso que condujo a la sanción sobre Freddy Asiel estuvo plagado de errores e incongruencias. De acuerdo con el reglamento oficial, la Comisión utilizó los acápites 8.02 (inciso d) y 9.05 (inciso c). El primero especifica que solo el árbitro tiene la capacidad de determinar si un pelotazo fue intencional o no. Luego, el árbitro tiene dos opciones: advertir al lanzador o expulsarlo del partido, pero el 17 de febrero, en territorio matancero, no sucedió nada de esto; mientras, el segundo acápite aclara que, una vez expulsado el lanzador, el árbitro (Osvaldo de Paula, sacado del campeonato) deberá notificar la sanción y, a partir de ese momento, los oficiales de la Comisión decidirían el castigo.
La Comisión demoró apenas unas horas en castigar por “igual” a los dos principales implicados en el bochornoso incidente. El matancero Demis Valdés, quien agredió salvajemente con un bate a Ramón Lunar y le produjo serias heridas, fue separado del béisbol por un año y Freddy Asiel…recibió la misma penalidad, porque tampoco podrá lanzar hasta la 54 Serie Nacional. Absolutamente absurdo.
No obstante, algunos todavía creíamos que era posible que la Federación “rectificara” y permitiera que Freddy Asiel volviera a lanzar, por las violaciones en el proceso y también por el historial del mejor lanzador derecho del béisbol en Cuba, quien fuera la principal figura en la conquista del título nacional; pero la “Federación no cree en lágrimas”. Sabe que tiene el poder, total, absoluto y no duda en ejercerlo y nos regala perlas discursivas como estas: “el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) —a cuya Comisión Disciplinaria se dirige la apelación— considera que no hubo irregularidades y que el proceso se cumplió en los término establecidos por la legislación.”
Si querían “enviar un mensaje educativo” me parece que, una vez más, han logrado lo contrario. Freddy Asiel ha estado alejado de los terrenos por más de un mes. Si tenía que cumplir un castigo por sus pelotazos, creo que más de 20 juegos es una penalidad suficiente.
Desde las oscuridades de un banco, sin la necesidad de enfrentarse a su “Némesis” en los playoffs o detrás de un buró, en una oficina climatizada, probablemente muchos aplaudan la “férrea determinación” de la Federación por “cerrar filas” ante la violencia. Los que asistimos a los estadios y escribimos lo que vemos allí, los que sufrimos por la intolerancia, la incapacidad, los que nos duele ver cómo permiten que se destruya la pelota cubana, esos, probablemente, coloquemos hacia abajo nuestro dedo pulgar de la mano derecha.
Otra de las «alegrías» que nos da la descomisión de baseball. Higinio la verdad que no te queda nada por experimentar, parafraseando a Silvio, lo único que necesitas es un rabo de nubes a ver si nos dejas tranquilos viendo a nuestra gente jugar pelota, como en los viejos tiempos, cuando aún no tenías el control, cuando éramos una potencia en el baseball.
Saludos Demis! La decisión sobre Freddy Asiel fue un «cubo de agua fría» sobre las aspiraciones de Villa Clara de al menos disputar la final nacional. Sin su principal lanzador, con su bateador más efectivo golpeado y sin el receptor titular (que estaba teniendo su mejor temporada ofensiva, vaya mala suerte), pues no creo (ojalá me equivoque) que los Leopardos tengan opciones. Todavía hoy no han asegurado un puesto en la postemporada. La CNB ha fallado una y otra vez no solo con el «caso Freddy Asiel». Existe un evidente «doble rasero» y uno no deja de preguntarse quién puede estar «influyendo» sobre esa organización…