Fiesta total en Rusia. Los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, los más caros de la historia (51 mil millones de dólares), terminaron de la mejor forma para los organizadores: la delegación rusa terminó en lo más alto de la tabla de posiciones, con 13 títulos y 33 medallas. No hubo ataques terroristas, ni demasiadas protestas por la controvertida política rusa sobre los homosexuales. Por suerte fueron 17 días en los que las actuaciones deportivas se robaron los titulares mediáticos…y no parece arriesgado escribir que Sochi también fue un triunfo político para el gobierno que lidera Vladimir Putin.
El evento que más seguí (Cuba apenas transmitió imágenes, tomadas de Telesur, porque no se pagaron los derechos de retransmisión y en este caso sí hay que cumplir, para no caer en problemas con el COI) fue el hockey sobre hielo, para hombres. Pensé que el partido por el título sería más cerrado, pero realmente Canadá fue, por mucho, el equipo más completo en Sochi y aplastó a Suecia, 3-0; mientras los estadounidenses, tras caer en semifinales ante sus vecinos, lucieron muy mal en la discusión del bronce. Peor fue el desempeño del equipo ruso, eliminado sorpresivamente en cuartos de final.
Individualmente, dos atletas no nacidos en Rusia fueron grandes estrellas de la delegación local en Sochi: Víctor An («antiguo» surcoreano) y Vic Wilde (de origen estadounidense). El primero ganó tres títulos en el patinaje de velocidad y el segundo logró dos medallas de oro en el snowboard. Parece que ninguna «potencia deportiva» escapa de la adopción del talento formado en otros sitios. Tiempos modernos, podríamos escribir.
Oro Plata Bronce Totales
Rusia 13 11 9 33
EEUU 9 7 12 28
Noruega 11 5 10 26
Canadá 10 10 5 25
Holanda 8 7 9 24