Viswanathan Anand ha ganado el título mundial de ajedrez de las más disímiles maneras: en 2000 brilló en un largo certamen de matches cortos, en 2007 triunfó en un extenso torneo, en 2008 aplastó en el match a Kramnik, en 2010 venció en la última partida a Topalov y, en 2012, tuvo que recurrir a los cotejos rápidos para dejar en el camino a Gelfand. ¿Cómo será esta vez el final de su duelo contra el prodigio noruego Magnus Carlsen?
La historia de Anand como campeón mundial comienza en 2000. Recordemos que, en esa época, el mundo del ajedrez estaba dividido en dos: por un lado marchaba la Federación internacional (FIDE) y, por el otro, la Asociación de jugadores profesionales, liderada por Garry Kasparov. Cada organización tenía a un campeón y, en 2000, Anand obtuvo, por primera vez, el título mundial de la FIDE, al ganar un torneo de matches cortos, jugado entre Nueva Delhi y Teherán. El rival en la final fue el letón Alexei Shirov y Anand triunfó fácilmente, 3,5 – 0,5.
Siete años después, con la corona ya reunificada, Anand participó en el Campeonato mundial de la FIDE, efectuado en México. Aquel fue un torneo a doble vuelta, en el que intervinieron ocho ajedrecistas. El indio terminó invicto, con nueve puntos, uno más que Kramnik quien concluyó en la segunda plaza.
A partir de esa fecha, la FIDE decidió volver al sistema de un match por la corona. En 2008, en Bonn, Alemania, chocaron Anand y Kramnik. Probablemente muchos pensaron que ese duelo sería muy cerrado; sin embargo, el tablero mostró una realidad diferente. Después de tan solo seis partidas, el marcador favorecía al indio 3–0. Esa ventaja fue más que suficiente y el rey mantuvo la corona, 6,5 a 4,5.
El siguiente match fue espectacular. Anand tuvo como rival al búlgaro Veselin Topalov, en un duelo organizado en Sofía. Antes de que se moviera la primera pieza hubo varias controversias—nada raro en este tipo de matches—, porque Anand demoró más tiempo de lo previsto en llegar a la sede, por causa de las emisiones volcánicas del Eyjafjallajökull que impidieron los vuelos sobre gran parte de Europa.
Finalmente pudo desarrollarse el match y, tras 11 partidas, el marcador estaba igualado a 5 puntos. No pocos pensaron que el duodécimo y último cotejo convencional terminaría en un rápido empate, para acudir, entonces, a las partidas rápidas; sin embargo, Anand tenía otra idea. Con negras, el indio presionó y obtuvo la victoria que le permitió mantener la corona.
Dos años más tarde, Anand chocó contra el israelí Boris Gelfand. Este fue un inesperado retador, pues la gran mayoría pensaba que Carlsen era el rival más indicado; sin embargo, el noruego no estuvo de acuerdo con el sistema impuesto por la FIDE—matches de candidatos, en lugar de un torneo—y decidió retirarse del ciclo. Gelfand ganó los Matches de Candidatos y retó al indio.
El duelo se celebró en Moscú y allí las seis primeras partidas concluyeron en tablas. En la séptima, Gelfand sorprendió con la victoria. Su alegría no duró mucho tiempo, porque al día siguiente, Anand igualó el marcador, al derrotar al israelí en apenas 17 movimientos. Esta ha sido la partida más corta en la centenaria historia de los matches por el título mundial. Luego vinieron más tablas, por lo que el match se extendió a las partidas rápidas y en ellas prevaleció Anand, 2,5 – 1,5.
2013 no ha sido el mejor año para el indio; aunque sí empezó de una manera prometedora, al triunfar en el Grenke Chess Classic, con 6,5 puntos de 10 posibles. Esta fue su primera victoria en un torneo desde que ganó el Linares, en 2008. Algunas semanas más tarde, Anand terminó en la segunda posición, detrás del italiano Fabiano Caruana, en el Zúrich Chess Challenge.
En abril-mayo, el campeón del mundo concluyó en la tercera plaza del Memorial Alekhine, por detrás de Levon Aronian y Gelfand; luego intervino, junto a Carlsen, en el Norway Chess Super Tournament y allí no estuvo bien, porque finalizó en la sexta posición, con solo 5 puntos en 9 partidas. El duelo contra el noruego fue tablas.
Después continuaron los malos resultados para Anand. En el Memorial Tal, jugado en junio, mostró su peor rostro, al lograr apenas 3,5 unidades en nueve rondas, por lo que concluyó cerca del fondo de la tabla de posiciones; además, cedió 11 unidades en su coeficiente ELO y descendió cuatro puestos en el ranking mundial, hasta la octava plaza que ocupa actualmente.
Esta fue su última presentación antes del match y el pobre nivel mostrado en Moscú sin dudas influyó en que aumentara el favoritismo de Carlsen; pero no podemos olvidar que Anand tiene una amplia experiencia en la preparación de matches por el título mundial y, de seguro, con el apoyo de su equipo de trabajo—conformado por los Grandes Maestros Surya Ganguly, Radoslaw Wojtaszek y Sandipan Chanda—encontró y corrigió los errores en su juego.
¿Será esta la “última raya” del Tigre de Madrás, como también le dicen a Anand? A sus 44 años ya no tiene el mismo nivel; pero, de seguro, Magnus Carlsen nunca subestimará un hombre que ha ganado, en cinco ocasiones, el título del mundo.
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