Dos años atrás, los Cardenales de San Luis asombraron a todos los seguidores del béisbol con su espectacular victoria sobre los Rangers de Texas, en la Serie Mundial. Recordemos que, en el sexto partido, los Pájaros Rojos estuvieron, en dos ocasiones, a un strike de perderlo todo; pero…reaccionaron y, de seguro, esas derrotas acompañarán por siempre a Ron Washington y al ya no más presidente de esa organización, Nolan Ryan.
De aquella rotación de lanzadores de 2011, solo queda Lance Lynn (Wainwright estuvo lesionado) y de la alineación regular apenas permanecen Yadier Molina, Matt Carpenter, Daniel Descalso, David Freese, Matt Holliday, Jon Jay, con la posible reincorporación del lesionado Allen Craig.
La renovación parece ser una de las claves fundamentales para comprender el éxito de San Luis, un equipo que utilizó a 20 novatos en la temporada 2013 y se las arregló para lograr el mejor récord del Viejo Circuito (97 victorias) y, luego, dejó en el camino a los Piratas de Pittsburgh y los Dodgers de Los Ángeles.
En 2004, cuando Boston y San Luis chocaron en la Serie Mundial que marcó el final de la “Maldición del Bambino” (primer título para los Medias Rojas en 86 años), Michael Wacha y Trevor Rosenthal estudiaban en la secundaria. Hoy son parte esencial de la selección que dirige Mike Matheny quien fue el receptor de los Cardenales en aquel Clásico de Otoño (bateó de 8-2).
Wacha fue intocable ante los Dodgers y será el segundo abridor de los Pájaros Rojos; mientras, Rosenthal se ganó el puesto de cerrador. Además, en la rotación aparece Joe Kelly. Renovación. Esa ha sido la clave para comprender los éxitos de la segunda franquicia más exitosa de todos los tiempos en las Grandes Ligas.