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A-Rod, desacreditado de por vida


Cuatro años atrás, Alex Rodríguez, el pelotero mejor pagado en las Grandes Ligas, con un salario de 28 millones de dólares en 2013, aseguró que desde 2003 había abandonado el uso de sustancias prohibidas. Probablemente en ese momento muchos no creyeran del todo en las palabras del tres veces ganador del premio al Jugador Más Valioso (MVP); pero, quizás, algunos le concedieran el “beneficio de la duda”. Ahora, el escándalo de Biogenesis ha terminado por sepultar, para siempre, la credibilidad del polémico jugador.

En enero de este año, el diario Miami New Times publicó un reportaje que alarmó al mundo del béisbol. Ese medio de comunicación reveló que el laboratorio Biogenesis of America, que supuestamente ofrecía tratamientos contra el envejecimiento, en realidad estaba involucrado en un programa de entrega de sustancias dopantes a varios peloteros.

La lista de implicados incluía a 14 nombres y el primero era uno muy conocido: Alex Rodríguez, aunque también “sobresalía” el de Ryan Braun, MVP de la Liga Nacional, en 2011, quien aceptó finalmente la separación por el resto de la temporada. Además, en ese nada “selecto club” de clientes de Biogenesis estaban  Nelson Cruz, Jhonny Peralta y  Everth Cabrera, tres jugadores que participaron en el Juego de las Estrellas, 2013.

Como es habitual en estos casos, inicialmente todos negaron cualquier tipo de conexión con Biogenesis; pero el director del laboratorio comenzó a hablar…y la Major League Baseball (MLB) decidió realizar una investigación que arrojó resultados muy preocupantes.

De repente, cambiaron las declaraciones de los involucrados. Ellos seguían siendo “inocentes”, pero necesitaban “continuar”, así que el consejo de sus abogados fue aceptar el levísimo castigo impuesto por la MLB, es decir, 50 partidos de suspensión, por ser la primera infracción. Esto les permitiría jugar en los playoffs—si sus equipos avanzaran—o enfrentar la agencia libre (como sucede con Cruz y Peralta) sin una sanción sobre sus espaldas.

Todos parecen dispuestos a firmar este acuerdo con la MLB…menos A-Rod. A sus 38 años, el que fuera considerado el mejor pelotero en las Grandes Ligas durante más de un lustro se niega a aceptar cualquier tipo de sanción. Las evidencias filtradas indican un claro vínculo entre Rodríguez y Anthony Bosh, el director de Biogenesis; además, las acusaciones se centran también en el reclutamiento a otros deportistas para que recibieran sustancias dopantes y en sus continuas interferencias en la investigación de la MLB.

Pero A-Rod es obstinado y su equipo legal ha trabajado fuerte para debilitar el caso de la MLB. El tema legal es complejo, porque si Rodríguez aceptara la suspensión y el Sindicato de Jugadores no apelara el veredicto, entonces su posible separación de los terrenos de béisbol sería de un año o dos; mientras que si la MLB adoptara una decisión unilateral, a partir de un artículo del Convenio laboral—“los jugadores pueden ser sancionados por causa justa debido a una conducta en detrimento o perjudicial a los mejores intereses del béisbol”—, el castigo sería de por vida.

Ninguna de estas dos variantes agrada a Rodríguez, por lo que se ha opuesto vehemente a reconocer su culpabilidad; mientras, la MLB de seguro quiere evitar la prolongación de este escándalo que vuelve a dejar en ridículo a la organización, porque demuestra la ineficacia de su programa antidoping. Resulta muy “curioso” que ninguno de los peloteros que utilizó las sustancias prohibidas suministradas por Biogenesis tuvo un resultado positivo, en un control y todo el problema estalló por la investigación de un periódico.

Los castigos de por vida en la MLB han sido muy pocos. Sin dudas el más recordado de todos fue el de las “Medias Negras” de Chicago que involucró a ocho jugadores que vendieron la Serie Mundial de 1919, ante los Rojos de Cincinnati. Setenta años después, Pete Rose—el hombre que más jits ha conectado en la historia de las Mayores—también quedó proscrito del béisbol, porque lo vincularon con las apuestas deportivas. ¿Entrará A-Rod en este pequeño “club”?

La batalla legal promete extenderse y ciertamente hay mucho dinero en juego—los Yankees de Nueva York le deben a A-Rod 61 millones de dólares por los últimos cuatro años de su contrato—; pero, más allá de las disputas entre abogados y la resolución final del caso, Alex Rodríguez perdió hace mucho tiempo el único combate que no puede comprar con su abultada cuenta bancaria: los fanáticos ya no creen en un hombre que parecía encaminado a romper no pocos récords ofensivos.

Publicado en CubaSí

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