Andy Murray sabe cómo crecerse ante su público. Un año atrás acabó con el suizo Roger Federer, en la final de los Juegos Olímpicos de Londres. Ahora, en Wimbledon, pasó por encima del número 1, el serbio Novak Djokovic y se convirtió en el primer británico que gana este Grand Slam, desde el triunfo de Fred Perry, en 1936.
Tras tres horas y nueve minutos de juego, finalmente estallaron las gradas del All England Club, al obtener Murray una convincente victoria por 6-4, 7-5 y 6-4. Después de esto, creo que el próximo paso del británico…es ser nombrado Caballero del Imperio Británico, así que bienvenido Sir Andy Murray.
Djokovic no estuvo bien. Quizás la fortísima semifinal ante el argentino Juan Martín del Potro, que duró casi 5 horas, lo agotó demasiado; pero, más allá del lógico cansancio, el serbio tuvo amplias ventajas frente a Murray que, sencillamente, no pudo mantener. Por ejemplo, en el segundo set estuvo delante 4 a 1 y terminó perdiendo 7-5; luego, en el tercero, alcanzó otro prometedor 4-2 y perdió los siguientes cuatro juegos. Esto no es habitual en el número 1 del ranking.
“Entiendo que todo el mundo quería ver a un británico ganando Wimbledon. Espero que lo hayan disfrutado”, dijo Murray al recibir el trofeo ante un Court Central que lo vitoreó. Este fue su segundo título de Grand Slam, después del triunfo en el Abierto de Estados Unidos, en 2012.
“He jugado muchas veces contra Novak [la serie ahora está 11 a 8, favorable al serbio]. Cuando todo el mundo tira la toalla, él sigue combatiendo. Hoy hizo lo mismo, y por eso fue duro”, aseguró Murray; mientras, Djokovic, con un rostro donde era fácilmente identificable una muestra de fastidio con resignación, reconoció: “Andy merece la victoria, ha jugado un tenis increíble.”
Esta fue la octava participación de Murray en Wimbledon, donde perdió la final de 2012, contra Federer. El escocés llegó en buena a forma a Londres, después de no asistir al Roland Garros, por una lesión en la espalda. El camino de Murray hacia la final no fue tan sencillo, porque estuvo a punto de perder contra el español Fernando Verdasco, en cinco sets, en cuartos de final y, luego, venció en cuatro parciales al polaco Jerzy Janowicz, en la semifinal.
Para Djokovic esta fue su segunda final de Wimbledon. Su palmarés se mantiene en seis títulos de Grand Slam, en once finales. A pesar del fracaso, el serbio mantendrá el liderazgo en el ranking de la ATP, por delante de Murray.
Masjuán, saludos, es cierto que la partida estuvo muy buena, Murray estaba intratable, pues Djokovich no jugó mal tampoco, sin embargo el escosés tuvo la iniciativa, y se vio a un serbio triste. Yo coincido que es posible el partido con del Potro lo dejó muy cansado, pues el argentino se mostfró muy fuerte aun gran nivel. Aplausos para Murray que es un extraclase, a lo que se sumó jugar antes su público, un respaldo que siempre es muy positivo para el de casa.
Saludos,
Omar
Saludos Omar! El duelo fue bueno, indudablemente, aunque no creo que nadie esperara un 3-0, para ninguno de los dos. El cansacio del fortísimo partido semifinal, ante del Potro, le pasó factura a Djokovic, pues me parece que todos lo consideraban favorito, porque Murray venía de una lesión y casi pierde ante un rival inferior (Verdasco); pero, a la hora de la verdad, y con un público delirante gritando su nombre, Murray tuvo más fortaleza mental, para no darse por vencido y remontar en los sets 2 y 3.
Masjuán, mis saludos para ti. Estoy completamente de acuerdo con lo que señalas, y es cierto que nadie esperaba un 3 – 0, pues Djokovic estaba en excelente forma, pero creo que sumado a Del Potro, sus retos anteriores fueron exigentes también, con Tommy Has, Berdych, todo lo cual lo fue desgastando. Me gustó mucho la noticia de que Murray, un ganador que merece las palmas, donó todo el premio a la lucha contra el cáncer, más de 1.6 millones de libras. Saludos, Omar
Saludos Omar! Después del triunfo de Murray, de inmediato algunos colegas que, al parecer, necesitaban titulares espectaculares, se lanzaron a proclamar que el británico era el «mejor tenista» del mundo; pero, me parece, todavía le falta para llegar allí y esa distancia no solo se mide en los puntos que lo separan de Djokovic