Los Miami Heat decidieron cambiar de traje (el negro, en lugar del rojo) e incluyeron a Mike Miller, por Udonis Haslem, en el quinteto regular; pero la verdadera modificación, esa que le permitió empatar a dos la Final de la NBA, frente a los San Antonio Spurs, fue la efectividad mostrada por su Big Three : LeBron James anotó 33, Dwayne Wade, 32 y Chris Bosh, 20.
Un día antes, el cuatro veces MVP, el Rey LeBron, había asegurado que, en su función de líder del equipo, iba a jugar mejor el cuarto desafío. Poco después, Wade lanzó un “dardo envenenado”: le recordó a James que, para que los Heat retuvieran la corona, era imprescindible que el Big Three funcionara, pues un solo jugador no sería capaz de derrotar a los veteranos Spurs.
El cuarto partido de la Final se mantuvo muy cerrado hasta el final del tercer período. En el duelo anterior, los Spurs lograron ¡16 triples! Esta vez la defensa de los Heat se encargó de limitar el daño causado por Danny Green y Gary Neal; además, Tony Parker falló 9 de sus 16 disparos. Wade y Bosh jugaron su mejor partido en la postemporada 2013 y esto le quitó algo de presión a James.
Los Spurs están prácticamente obligados a ganar el quinto desafío, en casa, para llegar con ventaja a Miami; aunque si el Big Three volviera a lucir como lo hizo esta noche, no es difícil predecir quién es el favorito para un playoff que, ahora, se jugará al mejor de tres.
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Box score del partido, Heat 109-93 Spurs