Parecía que los Indiana Pacers podrían sorprender por tercera vez a los Miami Heat. Después de dos cuartos, en el quinto partido de la final de la Conferencia Este, los visitantes tenían ventaja en el marcador y, de seguro, la impaciencia rondaba en el vestidor de los actuales campeones de la NBA.
Fue en ese momento cuando LeBron James volvió a asumir el liderazgo y marcó 16 de sus 30 puntos en el tercer cuarto y esto fue lo que necesitó el Heat para tomar el mando de la serie, con un triunfo menos sufrido de lo esperado, 90-79.
El mejor compañero del Rey LeBron fue esta vez Udonis Haslem quien marcó 16 puntos y volvió a reafirmar, en mi opinión, la mayor fortaleza de los monarcas: su diversidad ofensiva. Por supuesto que James es la figura fundamental; pero, al igual que sucedió en el tercer juego, todos los regulares del Heat aportaron a la “causa común”.
Con la serie 3-2 (cuidado con el sexto partido en Indiana), ya muchos pensamos en una gran final por el título entre los San Antonio Spurs y el Heat. Me imagino que sea un espectacular playoff, quizás el último en la exitosa carrera de Tim Duncan. ¿Favorito? El Heat todavía tiene que eliminar a los Pacers, pero creo que ni siquiera la experiencia de Duncan, Parker y Ginobili podrá frenar la ofensiva de los campeones.