El Gran Maestro cubano Leinier Domínguez no pudo prepararse de la mejor forma para la quinta y sexta ronda de la cuarta parada del Grand Prix, que se celebra en Salónica, Grecia. ¿La razón? Su laptop está rota, reconoció en una conferencia de prensa, y allí guarda toda la información, por lo que el mejor ajedrecista de Latinoamérica ha afrontado “a ciegas” sus duelos ante Rustam Kasimdzhanov e Hikaru Nakamura.
La “tecno dependencia” de los ajedrecistas—no solo de la elite mundial—ha crecido con el tiempo, en la misma medida en que se han desarrollado los software de análisis de partidas y las bases de datos cada vez son más completas. Por tanto, la ausencia de un entrenador personal—Domínguez asistió al torneo acompañado por su padre—combinada con la falla tecnológica pueden haber preocupado a Leinier; aunque esto no se vio reflejado sobre el tablero.
Después de tres victorias consecutivas, sin dudas el cubano asumió inspirado el reto de enfrentar, con blancas, al estadounidense Hikaru Nakamura, uno de los favoritos del torneo, por su ELO de 2775 puntos. El norteño no ha estado bien en Salónica y quizás trató de sorprender a Leinier con la elección de la Defensa Escandinava (1. e4 d5) que pocas veces se utiliza en este tipo de certámenes.
La sorpresa no le funcionó a Nakamura, porque Domínguez quedó en una posición muy cómoda, en la que la dama y el caballo en e5 mantenían una fuerte presión sobre el rey negro que no puedo enrocarse. A la altura del movimiento 20, ya el cubano tenía un peón de ventaja; mientras, el estadounidense trataba de crear algún peligro por el flanco rey. Luego de intercambiar las damas y el caballo, la partida entró en un final complicado.
Leinier, como es habitual, consumió mucho tiempo—el reglamento establece dos horas para cumplir los 40 primeros movimientos—y por eso se vio obligado a realizar casi 10 jugadas en menos de cuatro minutos. A pesar del apuro, obtuvo una posición ganadora, ya que sus peones por el flanco rey parecían suficientes para garantizar una nueva victoria. Nakamura tenía otra idea en mente.
En el movimiento 46, Leinier propuso cambiar las torres y este fue el error que cambió el curso del duelo. El estadounidense reconoció que, en ese momento, estaba casi listo para felicitar a su rival; pero la pifia del cubano lo mantuvo frente al tablero, porque “de repente, las negras tenían oportunidad de entablar”, según reconoció en la conferencia de prensa.
El estadounidense aceptó de inmediato el intercambio y, al desaparecer las torres, quedó el camino abierto para que coronara un peón de ambos rivales. De ahí en adelante fue todo cuestión de técnica. Leinier trató, por todos los medios, de aprovechar su peón de ventaja; pero dejó escapar al menos dos oportunidades más y, en el movimiento 80, tras más de cinco horas de juego, finalmente los dos ajedrecistas estrecharon sus manos, como señal de aceptación de las tablas.
La repartición del punto, ante un jugador de tanta fuerza como Nakamura, no puede considerarse un mal resultado. Domínguez volvió a mostrar un buen juego, con algunas imprecisiones, pero realmente su posición nunca estuvo en peligro. Con el empate, el cubano llegó a cuatro puntos, de seis posibles y siguió en la cima del torneo, aunque ahora acompañado por Gata Kamsky y Fabiano Caruana.
IVANCHUK, DE MAL EN PEOR
La primera partida que concluyó en la sexta ronda fue la de Vassily Ivanchuk. En poco más de media hora y solo 19 jugadas, la posición de “Chucky” estaba completamente perdida, ante su coterráneo Ruslam Ponomariov. Este fue su cuarto revés y lo hundió todavía más en el fondo de la tabla de posiciones, con solo un punto y una pérdida de 20 unidades en su coeficiente ELO.
En el Torneo de Candidatos, efectuado en Londres, el ruso Peter Svidler lució muy bien; sin embargo, después de ese evento ha mostrado poco y en Salónica inclinó su rey por tercera ocasión, esta vez frente al estadounidense Gata Kamsky quien arribó a cuatro unidades.
El otro colíder es Caruana. El italiano, con blancas, supo ganar un final de torres y peón de ventaja sobre el francés Etienne Bracot. Las partidas que completaron la ronda concluyeron en tablas: Veselin Topalov vs. Rustam Kasimdzhanov y Alexander Grishuk vs. Alexander Morozevich.
Domínguez, Kamsky y Caruana tienen cuatro puntos; detrás marchan Topalov, Ponomariov, Grishuk y Morozevich, con 3,5 unidades; luego, Kasimdzhanov, 3; Nakamura, Bacrot, Svidler, 2 y cierra Ivanchuk con solo un punto.
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