Después de dos victorias consecutivas, el Gran Maestro Leinier Domínguez decidió que la mejor manera de pasar el primer día de descanso, en la cuarta parada de la serie Grand Prix, era pasear junto a su padre por Salónica, la espectacular ciudad griega que acoge al certamen.
Las horas de esparcimiento sin dudas funcionaron muy bien para el cubano. En la quinta ronda enfrentó al uzbeco Rustam Kasimdzhanov, el hombre de menor coeficiente ELO del torneo, con 2699 puntos, pero que ya había derrotado a uno de los favoritos, el estadounidense Hikaru Nakamura.
Con negras, Domínguez optó por una línea de la Defensa Bogoindia que recientemente jugó el noruego Magnus Carlsen, según reconoce el sitio oficial del Grand Prix. La partida derivó en un final de torres y seis peones que parecía igualado; pero el uzbeco cometió ligeras imprecisiones que fueron aprovechadas por Leinier.
En la conferencia de prensa, el cubano consideró que uno de los movimientos claves fue el 28, cuando colocó a su rey en la casilla e8 y así eliminó cualquier intento de la torre blanca por penetrar en la séptima fila, porque si Kasimdzhanov optaba por ese plan, dejaba indefensos sus peones del flanco dama.
Luego, Leinier ganó un peón en la jugada 34 y dejó a su oponente en una posición desesperada, ya que seguía la presión sobre el peón ubicado en f5; mientras, el rey negro continuaba bloqueando el paso de la torre blanca. Ante esto, Kasimdzhanov no esperó a cumplir el primer control de tiempo y felicitó al cubano.
El tercer triunfo consecutivo de Leinier le permitió añadir cuatro puntos más a su ELO en vivo que ahora es de 2738, un nuevo récord nacional; además, con 3,5 unidades quedó solo en la cima del Grand Prix, aunque su diferencia es mínima sobre cinco ajedrecistas que acumulan tres puntos. En la sexta ronda conducirá las blancas ante Nakamura.
DÍA PACÍFICO EN SALÓNICA
En la quinta fecha prevaleció nuevamente la paz. El primero que regresó al hotel fue el ucraniano Vassily Ivanchuk. Tras perder dos partidas consecutivas, “Chucky” no quiso arriesgar nada ante el estadounidense Gata Kamsky y, con blancas, cambió rápidamente las piezas, hasta lograr la división del punto, en solo ¡media hora de juego! y 25 movimientos.
En otra mesa, Ruslan Ponomariov entabló por quinta ocasión en Salónica, esta vez frente al ruso Alexander Grishuk. El duelo terminó en un final de alfiles de diferente color y un peón de ventaja para el ucraniano; sin embargo, este optó por repetir movimientos.
La partida entre Peter Svidler y Veselin Topalov también llegó a un final complicado, donde las negras, conducidas por el búlgaro, tenían un caballo y cuatro peones, por una torre y dos peones el ruso; pero no hubo errores de ningún lado y acordaron el empate en la jugada 43.
Las últimas dos partidas de la jornada fueron “maratones” de más de cinco horas. El francés Etienne Bacrot y el ruso Alexander Morozevich lucharon durante 81 movimientos, hasta que sobre el tablero solo quedaron los dos reyes y un caballo; mientras, el italiano Fabiano Caruana trató de imponer su peón de ventaja; pero Nakamura defendió su posición y en la jugada 84 firmaron las tablas.
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