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Más repeticiones televisivas, ¿mejor béisbol?


“No es un trabajo fácil. Ellos tienen mucha presión al salir al terreno y, realmente, les importa lo que hacen”, dijo Joe Torre. De seguro, los árbitros de béisbol en todo el mundo coincidirían con el vicepresidente ejecutivo de la Major League Baseball (MLB). Estas declaraciones se produjeron después de fuertes críticas por errores arbitrales cometidos en partidos de las Mayores que volvieron a colocar sobre la mesa de discusión el aumento de las repeticiones televisivas.

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, no pocas de las principales competiciones deportivas en el mundo optaron por recurrir a la cámara lenta como una vía de apoyo para el trabajo de los jueces. La NFL, NBA y NHL, entre otras ligas profesionales y modalidades deportivas, como el tenis, han ido perfeccionado sus sistemas de repeticiones y, lógicamente, lograron disminuir—aunque nunca desaparecerán—las inconformidades de atletas, directivos y fanáticos con las decisiones arbitrales. Además, la FIFA y la Liga Premier inglesa finalmente otorgaron la luz verde para el empleo de sensores en la línea de gol.

Desde 2008, la MLB puso en práctica un sistema de repeticiones que solo se utiliza cuando los árbitros tienen dudas sobre la validez de un cuadrangular. ¿La pelota abandonó el terreno? ¿Pasó por zona buena o fue foul? Los múltiples ángulos de cámara, disponibles en cada desafío de las Mayores, permiten responder, con un enorme porcentaje de confiabilidad, las interrogantes anteriores; aunque ni siquiera la tecnología más moderna es infalible, como quedó demostrado en un desafío reciente entre Oakland y Cleveland.

En el noveno inning, Adam Rosales, de los Atléticos, conectó un batazo que parecía un cuadrangular, con el que se igualaba la pizarra. Los árbitros abandonaron el terreno y fueron hasta la sala especial del estadio, donde, frente a un monitor, analizaron los diferentes ángulos y determinaron que la conexión no había cruzado la cerca. Esta fue una mala decisión, porque otras imágenes mostraron que sí era un jonrón. A pesar de las críticas por esta jugada, en realidad la confiabilidad del actual sistema continúa siendo alta y la controversia no está en la eliminación de las repeticiones, sino en su ampliación.

Para la temporada 2013, el Comisionado de la MLB, Bud Selig, había anunciado la posible aprobación de nuevas jugadas reversibles, a partir del uso del video. Entre esas opciones aparecía la de establecer si un batazo, en los jardines, cayó en zona buena o foul. Finalmente la modificación quedó detenida, porque en 2014 podría entrar en funcionamiento un nuevo sistema que posibilitaría reclamar cualquier decisión arbitral…menos el conteo de strikes y bolas.

La MLB ha realizado algunas pruebas en el Yankee Stadium y el Citi Field, con dos métodos: el “Ojo de Halcón”—empleado en el tenis—y el software TrackMan—utilizado en las competiciones de golf—; pero no parece existir consenso sobre cuál de los dos sería más provechoso para el béisbol. Además, no es difícil imaginar la lucha económica, no siempre invisible, entre las compañías que desarrollaron ambos sistemas por obtener el enorme contrato con las Mayores.

Selig creó una pequeña comisión, compuesta por Torres, Tony la Russa, un exitoso manager ya retirado y John Schuerholz, presidente de los Bravos de Atlanta, para que elabore una propuesta lo más completa posible y la presente ante los propietarios de las 30 franquicias, en octubre de este año.

El grupo tiene varios retos, que van desde qué extensión tendrán las repeticiones, pasando por dónde colocar a los árbitros que analizarán los videos— si en los estadios o en una oficina central—, hasta qué mecanismos emplearán los directores para “desafiar” las jugadas polémicas. Tampoco puede olvidarse el alto costo económico que tendría la colocación de cualquier sistema de repetición en cada uno de los 30 estadios de las Mayores.

Las dudas económicas mediarán en la decisión final; pero, más allá de los dólares invertidos, la principal preocupación radica en cómo el acercamiento a la tecnología pueda cambiar la imagen del béisbol. No son pocos los que han alzado su voz para pedir que la pelota se mantenga solo “entre humanos”, con sus virtudes e imperfecciones. Según ellos, el error arbitral “forma parte de un juego centenario” y no deberíamos alargar los ya extensos desafíos, con nuevas demoras, ni recordar especialmente las pifias, pues el total de aciertos de los “hombres de negro” (o azul) supera, por mucho, a sus fallas.

Del otro lado de la polémica, los defensores de las repeticiones alegan—y Torre parece compartir esta idea— que los árbitros tendrán menos presión al trabajar, porque siempre contarían con un respaldo. Además, la atención no se centraría en las jugadas controversiales, ya que con las repeticiones televisivas…estas se reducirían.

“Todavía existen muchas vallas por superar. Solo estamos tratando de hacer lo que resulte más conveniente para el juego”, consideró Torre y luego añadió: “una de las decisiones que debemos tomar es cuánto de esto queremos hacerlo sin perturbar ni poner a las personas a dormir”. A pesar de las reticencias—no siempre comprensibles—, la extensión en el uso de las repeticiones televisivas luce como un proceso indetenible en las Mayores. Entonces, quizás, no sería arriesgado pensar que, en un futuro tal vez no tan lejano y sin “Ojo de Halcón”, las cámaras de la televisión cubana ayuden a los árbitros en los partidos que se transmitan en la Serie Nacional. Probablemente muchos seguidores del béisbol agradezcamos ese paso.

Publicado en CubaSí

2 comentarios

  • Lázaro

    Bueno, después de leer tu interesante artículo, por primera vez discrepo de tú punto de vista, considero y estoy de acuerdo con los adelantos tecnológicos, pero esto poco a poco, está acabando con la frescura y riqueza de muchas disciplinas deportivas.
    Analicemos lo siguiente, «según el artículo en uno de los partidos, los árbitros abandonaron el terreno para ver una repetición y entonces tomar una decisión», ya eso no es la pelota, este deporte al igual que el resto de las disciplinas, uno de sus pilares reside precisamente en los posibles fallos humanos, lo cual nos hace más humanos y valga la redundancia, lo demás, dispensa que te diga, ya va respondiendo a problemas de negocio, más que a la preocupación por las decisiones. Considero que en una jugada, una equivocación de un arbitro se puede determinar si ha sido un error humano o el arbitro actuó de mala fe, si el caso es lo segundo, que lo sancionen, pero que no le quiten esa frescura al Base ball. Ya el fútbol la ha perdido bastante. Un saludo amigo.

    • Saludos Lázaro y gracias por tu comentario! La utilización de la tecnología en el deporte es, sin dudas, uno de los temas más polémicos en la actualidad. Es cierto que existe un enorme interés económico por detrás (el empleo de estas tecnologías no es barato); pero una pregunta pudiera: ¿qué preferimos? ¿Perder unos minutos en un partido o aceptar un error arbitral que pudiera marcar la diferencia entre un triufo y una derrota? Antes no teníamos la tecnología, así que no había alternativas, ahora sí (los que pueden pagarla), entonces, ¿vale la pena revisar un out en home? ¿una canasta en los segundos finales? ¿una pelota que pasó o no por la línea de gol? ¿un touchdown? Creo que sí y esto no quita la esencia del deporte e incluso ayuda a los árbitros, porque tendríamos, me parece, un juego más limpio. Al final del día hablaríamos de lo que realmente importa (el juego) y no de un error arbitral. Las glorias y culpas estarían en los atletas y entrenadores, no en los «hombres de negro».

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