Había una vez una organización que tenía 30 clubes, divididos en dos ligas. Algunas de esas franquicias no eran buenas y engañaban a sus fanáticos, con fastuosos estadios, construidos con el dinero público; mientras otras trataban—y no siempre lo conseguían—de comprar los títulos de Serie Mundial, gracias a sus multimillonarias cuentas bancarias. También existían aquellas que “flotaban”, tratando de subsistir, aunque raras veces influían en un campeonato largo, que se extiende por más de seis meses.
En el reino de la Major League Baseball (MLB) había un rey, denominado “Comisionado” que debía lidiar con los intereses y egos de 30 propietarios, concentrados siempre en una idea: maximizar las ganancias.
Un día de 2013, una locura millonaria asaltó a la MLB. Los grandes contratos televisivos fueron el motor impulsor y el reino, por primera vez en su historia, llegó a los 3 mil millones de dólares en el pago de las nóminas. De repente, las franquicias, ante el temor de la agencia libre, comenzaron a proponer enormes contratos multinanuales, de más de 100 millones de dólares (¡y hasta 200 millones!), la gran parte garantizado, a varios de los principales jugadores. Alex Rodríguez, Albert Pujols, Prince Fielder, Zach Greinke, CC Sabathia, Cliff Lee, Justin Verlander, Joe Mauer, Félix Hernández y hasta Elvis Andrus fueron algunos de los que disfrutaron ese “río millonario”.
Los agentes de estos peloteros fueron felices y probablemente hayan comido perdices, gracias al porcentaje que recibieron por esos enormes contratos; pero no todos los agentes eran buenas personas o quizás los que no eran tan buenas personas fueran los peloteros. Lo cierto es que en el reino de la MLB también coexisten fuertes litigios que pocas veces pueden resolverse en los tribunales.
La MLB no es un reino donde prime la igualdad. Allí, como indica una regla nunca escrita de la humanidad, “mandan los que más dinero tienen”. En 2013, al parecer hubo cambios en el liderazgo monetario. Durante décadas, los Yankees de Nueva York fue la franquicia de mayor nómina y la MLB se enriqueció con el “impuesto de lujo” que, año tras año, pagaron los Mulos de Manhattan; pero ese lugar ahora lo ocupan Los Ángeles Dodgers de Anaheim, con un asombroso desembolso de 213 millones (un incremento del 123%, comparado con 2012); mientras los Yankees quedaron en “solo” 210 millones.
Estas cifras contrastan con las de los más pobres (o peor atendidos, que no es lo mismo, pero es casi igual) en la MLB, es decir, los Houston Astros, ahora en el Oeste de la Liga Americana, con una nómina bajísima de menos de 30 millones; aunque todavía muy por delante del récord histórico impuesto por los casi siempre decepcionantes Marlins (en 2008, 21,8 millones). Detrás vienen los Atléticos de Oakland, una franquicia que parece no se anima ni siquiera con el sorpresivo título de división, obtenido en 2012.
¿Qué podemos esperar de toda esta “locura millonaria”? ¿Terminará como concluyen las historias de hadas? Y vivieron felices el resto de su vida…La respuesta a esa pregunta no creo que la conozca nadie. Por lo pronto, el reino de la MLB ya vive su temporada 2013; aunque al menos sabemos que podría haber un cambio de rey (¿dónde está el heredero?), ya que Su Alteza Bud Selig tiene planes de retirarse. Quizás, para parecerse al Vaticano, hasta lo nombren “Comisionado Emérito” o “Salvador del reino”.
Vea además:
Nóminas de los equipos para la temporada 2013 (en inglés)