Después de una década de prohibición, la F1 volvió a validar las “órdenes de equipo” y en apenas dos carreras de la temporada 2013 esas “órdenes” han estado en el centro de la polémica, porque no todos los pilotos estuvieron dispuestas a cumplirlas.
La escudería Red Bull ha dominado la F1 en las últimas campañas; pero la supuesta armonía imperante allí podría romperse en poco tiempo y no precisamente porque otros equipos hayan superado a los fabulosos carros azules.
El posible “comienzo del fin” para el dúo Mark Webber y Sebastian Vettel se vivió en el circuito de Malasia. Webber iba delante y los directivos de Red Bull emitieron por radio esta orden: “Multi 21 Seb, multi 21”, es decir, el código secreto para que el tres veces monarca del mundo mantuviera la segunda posición y no intentara adelantar al piloto australiano. Para sorpresa de todos (en primer lugar, me imagino, para Webber), el alemán sobrepasó a su compañero y ganó la carrera. Un triunfo muy amargo, quizás el más amargo de toda su exitosa carrera.
Curiosamente, en esa misma parada del campeonato, los directivos de Mercedes emitieron la misma orden para Nico Rosberg quien iba en la cuarta posición y parecía muy dispuesto a dejar atrás a su compañero de escudería, Lewis Hamilton; pero Rosberg, supongo que a regañadientes, aceptó las órdenes y esto hizo que la última parte de la carrera en Malasia fuera muy aburrida, pues Hamilton relajó la mecánica de su auto y no forzó los neumáticos, porque sabía que tenía asegurado el podio.
“He cometido un error, debimos dejar las posiciones como estaban. Pido disculpas a Mark Webber. No debería haberlo hecho”, afirmó Vettel; aunque sus declaraciones no creo que hayan aplacado el fuego.
Las declaraciones de Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, ilustran cuán disgustados están con la actitud de Vettel: “eligió ignorar la orden ¿Alguien cree que si le hubiéramos dicho algo habría devuelto su sitio? Antepuso sus intereses y lo ha hecho mal. Pero así son los pilotos, y Seb es ambicioso. No habría logrado lo que tiene sin forzar los límites, los suyos y los del equipo”.
Vettel forzó los límites, ganó y ahora encabeza la tabla de pilotos; sin embargo, fracturó una muy frágil unidad en Red Bull. Ojalá este incidente traiga como resultado la eliminación o, al menos, una fuerte penalización a esas absurdas órdenes de equipo que le restan credibilidad a la F1.