El 1ro de marzo, en Taichung, Taipéi de China, se lanzó la primera bola del III Clásico Mundial. Dos semanas y 36 partidos después, solo cuatro equipos quedan “con vida” en el evento más importante del béisbol internacional. ¿Cuáles jugarán el partido por el título, en San Francisco?
Ninguno de los cuatro finalistas tuvo un camino fácil. Los campeones de las dos ediciones anteriores del Clásico perdieron ante Cuba en la primera fase y luego estuvieron a un out de ceder ante Taipéi de China; Holanda avanzó a la segunda ronda por mejor diferencia de carreras que Corea del Sur y faltó poco para que cayera en el partido decisivo contra Cuba; Puerto Rico sudó frío vs. Estados Unidos, pero logró contener la ofensiva norteña y República Dominicana…es el único invicto en el torneo; aunque tampoco tuvo una clasificación sencilla (se colocó detrás 4-0 vs. Italia y llegó empatado a una carrera contra EE.UU al noveno inning).
Creo que la gran mayoría concuerda con que República Dominicana ha sido el equipo más completo del Clásico; pero no podrá confiarse ante Holanda, en su duelo semifinal. Todos hablan de “venganza” por lo sucedido en 2009 (aquellas dos inolvidables derrotas) y auguran un amplio marcador; sin embargo, no me sorprendería que la pizarra del AT&T Park se llenara de ceros. Holanda lleva muchos días sin jugar (olvidémonos de los encuentros contra novenas de Grandes Ligas) y esta es otra ventaja de los caribeños.
Japón también es favorito contra Puerto Rico. El bateo nipón despertó en los dos últimos desafíos en Tokio; pero ya sabemos que el pitcheo boricua no tiene nada que ver con el holandés. Los dirigidos por Edwin Rodríguez llegan muy inspirados a San Francisco, quizás porque nadie contaba con ellos. Muchos han considerado a Holanda como el “equipo sorpresa en la final”; pero mi elección sería Puerto Rico.
¿Alguien pensó que los boricuas llegarían a esta fase por encima de Venezuela y Estados Unidos? Quizás ni los más empedernidos fanáticos del béisbol puertorriqueño esperaban esto. El equipo supo crecerse después de la derrota ante los estadounidenses (7 por 1) y sacó del congelador el partido contra Italia y mantuvo la mínima diferencia ante el ¿desmotivado? equipo de Joe Torre.
La final “lógica” enfrentaría a República Dominicana vs. Japón; pero confieso que me encantaría presenciar el tercer duelo entre dominicanos y boricuas. Sería la mejor manera de mostrarle al mundo que, indudablemente, el mejor béisbol se juega en América.