El III Clásico Mundial ya es historia para la selección cubana de béisbol. La despedida fue la más dolorosa posible, porque el equipo estuvo a solo cuatro outs de derrotar a Holanda; sin embargo, la combinación de errores defensivos y ofensiva poco oportuna impidió que se concretara un triunfo largamente esperado.
La lista de pifias y oportunidades desaprovechadas fue muy extensa. Probablemente muchos se queden con la última imagen, es decir, el burdo error de Yuliesky Gourriel, en un cómodo rolling de Andrew Jones, en el noveno inning; pero la lista de calamidades había comenzado mucho antes.
En el cierre del tercer inning, Holanda tomó la delantera 3 por 2. En esa situación, Oduber—un veloz corredor que estafó tres bases en el partido—salió al robo de la tercera. El receptor abridor, Frank Camilo Morejón, tiró a la almohadilla; pero, increíblemente, Gourriel no fue a cubrirla, por lo que el tiro cayó en tierra de nadie y esto abrió las puertas a la cuarta anotación holandesa.
Luego, en el séptimo, con la pizarra igualada, Raúl González conectó un esperanzador doble y, a continuación, Alexei Bell recibió base por bolas. El director Víctor Mesa pidió el toque de sacrificio, con Gourriel; sin embargo, el espirituano falló en el intento. Un minuto más tarde, José Miguel Fernández bateó para doble play y así concluyó la entrada.
Lo peor ocurrió en el noveno. Holanda había lanzado un cubo de agua fría sobre los ánimos cubanos, al empatar sensacionalmente en el cierre del octavo, por un cuadrangular— ¡con dos outs!—de Simmons. Bell cedió el primer out, pero Gourriel y Fernández conectaron imparables consecutivos. El momento parecía insuperable: la ventaja en tercera y al bate el mejor pelotero cubano en Clásicos Mundiales, Frederich Cepeda. El siempre oportuno espirituano esta vez no vio la recta del cerrador Loek van Mil y tomó ponche. Las esperanzas concluyeron cuando Abreu cedió el tercer out, en una larga línea al jardín central.
Las estadísticas del partido muestran que, con corredores en posición anotadora, Cuba produjo de 11-4 y sus principales hombres dejaron a demasiados hombres en circulación: Fernández, 3; Cepeda, 3 y Abreu, 5.
El trabajo de los lanzadores tampoco fue hermético. Vladimir García le pidió la pelota a Víctor Mesa; pero después de dos entradas sin muchas complicaciones, en el tercero permitió dos carreras que colocaron delante a Holanda. Luego, en el cuarto, la desconcentración de Gourriel provocó la cuarta carrera.
A partir del cuarto capítulo entró a lanzar Norberto González y el cienfueguero apeló a toda su experiencia para contener a la ofensiva holandesa hasta el octavo inning. Allí permitió el cuadrangular de Simmons; no obstante, Víctor lo mantuvo en el montículo para el noveno. Esa entrada—que será inolvidable para los seguidores del béisbol cubano—comenzó bien, porque González sacó el primer out. Le correspondía el turno a Andrew Jones y el director decidió que era preferible colocar a un derecho frente al veterano slugger. Entró a trabajar Yander Guevara y logró que Jones conectara un rolling a las manos de Gourriel, en tercera. Para sorpresa de todos, el espirituano pifió la pelota.
La carrera de la victoria quedó en primera base y a partir de ahí se vivieron momentos que, de seguro, muchos preferían no recordar. Smith disparó imparable al izquierdo y Mesa optó por traer al novato Raciel Iglesias. En dos strikes, Bogaerts conectó jit al derecho y Holanda llenó las almohadillas. Otra vez el mentor cubano acudió al bullpen, esta vez al villaclareño Diosdany Castillo. El relevista enfrentó a Kalian Sams y este aprovechó una recta alta para producir un largo fly al jardín central, con el que entró, fácilmente, Jones desde tercera. Cuba había quedado al campo.
El revés puso fin a la participación cubana en el III Clásico Mundial. El equipo llegó con muchas expectativas a la segunda fase, en el Tokio Dome, pero regresará a casa al igual que en la edición de 2009: rodeado de muchas críticas; aunque, ciertamente, la imagen de 2013 fue mejor a la mostrada cuatro años atrás.
Así mismo es Miguel Ernesto, doloroso adiós. Cuando Yasmani dio el hit y Eriel aquella tremenda línea el left en el octavo, tuve la sensación que podíamos, pero a la postre se demostró que la única forma de ganarle a Holanda es abrir el juego a nuestro favor y no lo logramos, en el juego cerrado nos superan porque su juego táctico es mejor que el nuestro. Creo que hombre a hombre somos mejores pero como equipo nos superan porque tienen más oficio, menos nervios a la hora buena y por tanto aprovechan muy eficazmente las oportunidades tanto a la ofensiva como a la defensa.
Considero que hay cuatro cosas que debemos modificar de cara al próximo cuatrienio, es decir, mirando a 2017: 1) la estructura de nuestra serie nacional debe concentrar la calidad de principio a fin, para eso debemos jugar con ocho equipos en una serie élite y otros ocho equipos como sucursales en una segunda división paralela; 2) hay que trabajar desde la base con los toques de bola, los corrido y bateo, los bateadores ambidextros, los robos de base, etc, etc; 3) nuestros peloteros deben tener la opción de jugar en otras ligas profesionales y en consecuencia el equipo Cuba debe ser integrado con los mejores peloteros cubanos sin distinción del lugar donde estén jugando y 4) ser humildes y contratar entrenadores extranjeros, sobre todo en el pitcheo.
Saludos, cmario.
Saludos CMario! Me parecen muy acertadas las 4 propuestas, aunque la 3ra, que en mi opinión es la más importante, todavía la vislumbro lejana. Creo que después del Clásico (para algo servirá el doloroso revés) nos queda más clara la idea del retroceso que hemos tenido, por múltiples razones, en la pelota. Ahora, cómo avanzar? Reestructurar la Serie, con una Liga de Desarrollo efectiva, sin dudas ayudará, pero no es la solución definitiva, porque continuarán las salidas de los peloteros hacia los más diversos lugares. Por qué no organizar eso ?
De acuerdo totalmente con cmario. Hora de poner los pies en la tierra y acabar de entender que no estamos al mismo nivel en plano psicológico, estratégico y de oficio beisbolero que estos peloteros de no tan buen nivel deportivo como los cubanos pero de experiencia y oficio sobrado por jugar a niveles superiores a nuestra serie nacional. A los directivos del deporte cubano, ojo no solo del béisbol, acaben de insertar a nuestros deportistas de la misma manera que se insertan nuestros artistas en la arena internacional. Que van a ganar mucho dinero algunos, no lo dudo pero a cada cual según su capacidad, fue Marx quien lo dijo o se me olvido??
Cuba, creo que fue Juan Pablo segundo en su visita a Cuba, el que dijo «Cuba debe abrirse al mundo y el mundo abrirse a Cuba». desgraciadamente y con rabia,, tengo que reconocer que nuestra pelota, en pensamiento táctico y estrategia de juego, estamos muy por detrás de países que hace unos años, no podían competir con Cuba. Por favor, es momento de poner a funcionar lo que hacen el resto de países. Si hay figuras en la MLB que por problemas económicos, están jugando fuera de Cuba pero siguen queriendo esa bandera y a ese pueblo, ¿por qué no darle la oportunidad que vistan el uniforme y nos representen?. Muchos quisieran y en el patio, es necesario tomar el toro por los cuernos y no seguir pensando que somos los únicos que tenemos la verdad sobre la pelota y si hay que buscar entrenadores que nos pongan al día, habrá que hacerlo y por eso no debemos sentir vergüenza de ningún tipo. Por lo demás, felicitar a todos los peloteros y al equipo de dirección, creo que a nadie le gusta perder y seguro que todos ellos estarán pasándolo muy mal en este momento. Fuerza y pa lante.
Hola a todos:
Firmo el comentario de CMario. 100 % de acuerdo. Y el titular del articulo es realmente el reflejo de la sensacion que se experimenta…parecia que se podia.
Solo aclarar una cosa: Yuliesky Gourriel no fue el unico erratico a la defensa porque Arruebarruena fue tan responsable o mas que el propio Yuliesky de las 4 primeras carreras. La jugada de rolling al SS con el tiro malo a primera fue un ERROR claro, no hit como lo anotaron y el «fielder choice» fue un «bad fielder choice» en el otro inning de 2 carreras sin hits. Esas situaciones y la lamentable falta de oportunidad, esta vez, de nuestro mejor hombre se fue el juego.
Salu2.
Saludos Amaury! De acuerdo contigo, Arruebarruena no estuvo para nada acertado en el partido. Acabo de leer una declaraciones donde Víctor se declara único culpable por el «trabajo no cumplido». Las críticas contra el manager han llovido, pero el hombre hizo movimientos arriesgados, le dio juego a todo el mundo, trató de hacer jugadas. Es cierto que se empecinó con el toque de bola, que no debió traer a Castillo en el 9no, que Heredia jugó más de la cuenta, pero él no tiene culpa que Gourriel haya cometido dos errores defensivos y uno mental en el 9no, que el «Grillo» haya pifiado, que Norberto haya permitido el cuadrangular. Bien por el manager que acepta responsabilidad por sus jugadores, pero los fanáticos, de seguro, no concuerdan con él y los «ataques» contra Gourriel han sido muy fuertes
Este correo está circulando ya por todo el país, lo comparto aquí:
Como parte de la Feria Internacional del Libro, en horas de la mañana ocurrió el lanzamiento del título: “1000 Formas de Embaracar un Juego de Pelota”, por Yulieski Gourriel, más conocido por los lectores como EL YULY.
Es un libro muy interesante que narra experiencias y casos de estudio comprobados a nivel internacional. Un compendio importante de pasos que se deben seguir para embarcar con categoría juegos decisivos. El prólogo pertenece al controvertido escritor de Ciencia-Ficción, Víctor Mesa.
El libro debió lanzarse semanas antes, pero el autor decidió hacer una revisión de última hora y escribir un último capítulo capaz de arrancarle las lágrimas al más incrédulo.
Precio: 1 peso cubano
Pedrín! La autoría de ese «libro» no pertenece solo a Yuly Gourriel, tiene varios «coautores». Lo más triste de todo esto es que esos «coautores» no salen al terreno de juego, «dirigen» desde la oscuridad del banco o de un salón VIP. Han frenado el desarrollo del béisbol cubano desde los años 90, mantienen políticas obsoletas, utilizan a los medios de comunicación de la manera en que les resulta más conveniente y se han convertido en los «señores del béisbol». Esos «coautores» no determinaron, lógicamente, que el último capítulo, el final de la tragedia, lo escribiera Yuly Gourriel; pero su presencia «invisible» puede sentirse a lo largo de toda la trama de una novela de horror, misterio y sin un final conocido que pudiéramos llamar «Béisbol Cubano», Un abrazo
En todo deporte siempre se pierde o se gana por algún motivo. Lamentablemente Cuba pierde la oportunidad de tomar la delantera ante Holanda en el octavo episodio cuando Yulieski no pudo tocar bola para adelantar corredores a tercera y segunda.
Como nicaraguense que soy, conozco algo de beisbol, y pienso que Cuba tiene un gran equipo, sinembargo presumo que sus bateadores solo quieren conectar batazos largos y eso no funciona asi. El bateador cubano debe saber que los juegos se ganan también con batazos cortos que resultan de golpear bien un lanzamiento, empujando la pelota por la zona de donde viene y sin necesidad de halar bola por su banda y haciendo gran suing de jonrón. Ademas, el toque de bola es parte muy importante en el beisbol y por tanto debe saberse ejecutar.
En una ocasión le preguntaron a nuestro triple corona nicaraguense de la decada de los años setenta «PEDRO SELVA» ¿Cómo había conseguido ser triple corona en jonrones, lider de bateo y empujadas? Este respondió que la base estaba en saber golpear la pelota, no haciendo siempre suing de jonrón. Hermanos cubanos, recuerden como Japón les ganó el campeonato de la edición anterior del clásico mundial, a puro batazos cortos, empujando bolas a los jardines y tocando bola en los momentos oportunos, lo que a su vez sirvoó para desestabilizar el picheo cubano.
Saludos desde Nicaragua y suerte para los próximos torneos.
Concuerdo contigo Adolfo, el oficio de nuestros peloteros deja mucho que desear y como es un término tan mencionado últimamente aclaro que le estoy llamando oficio a la capacidad individual de hacer lo mejor para el equipo en una situación determinada, tanto a la ofensiva como a la defensa.
Nuestros muchachos tienen un talento tremendo y unas ganas y una verguenza de las que me siento orgulloso, pero no basta con eso si queremos regresar, o más bien, ingresar al primer nivel del beisbol mundial.
Hay que intercambiar con el mejor beisbol del mundo, ya sea en América o en Asia, (o en ambas) no veo otra opción. El ostracismo nos tiene paralizados y ya Italia y Brasil enseñaron credenciales, ¿alguien tiene dudas en la relación que existe entre el progreso de Holanda, Italia y Brasil con su intercambio tecnológico con el beisbol más actualizado? Yo no las tengo, e incluyo en ese intercambio no sólo que nuestros peloteros jueguen en otras ligas sino también recibir asesoría de entrenadores extranjeros, ¿por qué no?,
saludos cmario.