Mientras en Phoenix y San Juan ni siquiera han debutado todos los equipos que completan el III Clásico Mundial, a miles de kilómetros de esas dos ciudades, en Tokio, comenzará la segunda fase de la “ronda asiática”, con el partido entre Cuba y Holanda.
En el sistema de doble eliminación, la selección que inicia con una victoria tiene amplias posibilidades de avanzar a la siguiente ronda, en este caso, a la semifinal, en San Francisco. Cubanos y holandeses conocen muy bien estas características del formato competitivo, por lo que los directores enviarán al montículo a sus mejores figuras.
Víctor Mesa le entregará la pelota a Ismel Jiménez, quien estuvo bien en su anterior presentación frente a Brasil (4,2 innings, sin carreras); mientras Hensley Meulens utilizará al zurdo Diegomar Markwell. La historia de Holanda contra Cuba es muy conocida: el 15 de octubre de 2011, en el estadio “Rod Carew”, ganaron el último título mundial, al derrotar a la selección nacional 2-1. De los últimos cuatro juegos entre ambos, los europeos han ganado tres.
La selección nacional de seguro buscará la revancha ante Holanda; pero para eso debe funcionar el área más sobresaliente en la primera etapa: la ofensiva. En los desafíos frente a Brasil, China y Japón los cubanos promediaron para 320, dispararon cuatro jonrones e impulsaron 23 carreras. Estas cifras contrastan enormemente con las de Holanda: un bajo promedio de 216, apenas un cuadrangular y 11 carreras anotadas.
Los europeos terminaron con balance de dos triunfos y un fracaso. El debut fue espectacular, con una victoria 5-0 sobre Corea del Sur; luego cayeron 8-3 ante Taipéi de China y lograron su clasificación al derrotar a Australia.
Individualmente, el mejor a la ofensiva por Cuba ha sido José Miguel Fernández quien lidera a los bateadores en el Clásico—al igual que sucede en la 52 Serie Nacional—, con un promedio de 625 (8-5) y dos carreras impulsadas; mientras Frederich Cepeda (10-5) y Alfredo Despaigne (8-4) tienen un promedio de 500, aunque el granmense acumula 5 carreras impulsadas.
En el segundo partido de la jornada, en el Tokio Dome, Japón enfrentará a Taipéi de China. El mentor Koji Yamamoto designó a Nohmi Atsushi como su abridor. Chien-Ming Wang—el mejor lanzador en la “fase asiática”—trabajará por los taipeianos.
Nada, que nos han cogido la medida, esperemos que recuperemos.