El ajedrez cubano tiene a un nuevo monarca. Después del dominio ejercido en la última década por Lázaro Bruzón (5 triunfos), Leinier Domínguez (4) y Yuniesky Quesada (2), el trono, en 2013, lo ocupará el Gran Maestro holguinero Isán Ortiz quien ganó, de manera convincente, la quincuagésima edición del Campeonato nacional, efectuado en Santa Clara.
Ortiz no era el principal favorito del certamen, ni siquiera después de conocerse la ausencia de Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón. El Gran Maestro holguinero, con un ELO de 2585 puntos (cuarta posición del ranking cubano), no cerró bien 2012 y las dos derrotas sufridas en el Campeonato panamericano por equipos, celebrado en Sao Paulo, influyeron en que la selección nacional no clasificara a la Copa Mundial. Por tanto, todas las miradas estaban centradas en el villaclareño Yuniesky Quesada, el jugador de mayor coeficiente (2595) y con dos coronas en su haber.
El campeonato contó con la participación de 10 jugadores y solo los tres integrantes del equipo olímpico, Quesada, Ortiz y Yusnel Bacallao no tuvieron que pasar por la fase semifinal, desarrollada también en Santa Clara. El ELO promedio de 2496 puntos probablemente haya sido uno de los más bajos del siglo XXI, en este tipo de eventos; pero, a diferencia de lo ocurrido en otras ediciones, la de 2013 resultó muy luchada, con pocos empates y la disputa del título se mantuvo hasta la ronda final.
De seguro muchos esperaban que el duelo por la corona fuera únicamente entre Quesada, Ortiz y Bacallao; pero el Gran Maestro Holden Hernández— quien jugó muy bien la fase semifinal—rompió esos pronósticos. Hernández formó parte del equipo nacional durante algunos años; luego tuvo un descenso en su rendimiento y esto lo hizo perder decenas de puntos en su coeficiente.
Parece que el Gran Maestro de Mayabeque entrenó mejor y, dos rondas antes del final, ocupaba la cima de la tabla de posiciones, por delante de Ortiz y Quesada. El villaclareño tuvo un mal comienzo—0,5 en dos partidas— y aunque después cerró con 6,5 de 7, no fue suficiente para alcanzar su tercera corona.
La partida más importante del certamen fue la que enfrentó a Ortiz con Hernández, en la octava ronda. El holguinero obtuvo la victoria y luego entabló rápidamente en la fecha del adiós, cuando ya se sabía campeón. El final de Holden fue pésimo, porque el último día también inclinó su rey frente a Quesada.
Ortiz y Quesada concluyeron con siete puntos de nueve posibles; pero el coeficiente de desempate Sonnember-Berger favoreció al holguinero, quien se convirtió en el vigesimoquinto campeón nacional, después de 1959. Además, añadió más de 13 puntos a su ELO, por lo que se colocaría muy cerca de sobrepasar los 2600. El triunfo tuvo dos “bonos” para Ortiz: será el representante cubano en el torneo Centroamericano, de Costa Rica y más tarde buscará, en el Panamericano de Bolivia, junto a Bruzón, uno de los cupos para la Copa Mundial.
Aunque no pudo cumplir su objetivo de conquistar la corona, Quesada añadió más de 10 puntos a su ELO, por lo que en la próxima actualización del ranking volvería a superar los 2600. Holden efectuó 18 partidas, entre semifinal-final, y su ELO crecería en más de 10 unidades. El peor resultado de los Grandes Maestros fue el de Omar Almeida, ya que, en total, perdería más de 16 unidades y caería de los 2500.
Así quedó la tabla del torneo: Isán, 7 puntos; Quesada, 7; Hernández, 6; Bacallao (2 543), 5; Carlos Hevia (2 524), 4.5; Diasmany Otero (2 461), 4; Ermes Espinosa (2 452) ,4; Omar Almeida (2 506), 3; Rider Díaz (2 306), 2.5 y Liordis Quesada (2 448), 2.
El Campeonato nacional 2013 fue atractivo porque hubo una fuerte lucha en la mayoría de las partidas; sin embargo, el torneo estuvo rodeado de polémicas que incidieron en su credibilidad. A comienzos de año se anunció la presencia de Leinier Domínguez (titular de 2012) y Bruzón. Luego, tras el regreso del Panamericano de Sao Paulo, se oficializó la ausencia de ambos.
Solo un selecto grupo que apenas sobrepasa el medio centenar de jugadores ostenta un ELO superior a los 2700. Mantener ese elevado coeficiente no es nada fácil y, lógicamente, los ajedrecistas y la Comisión nacional tratan de proteger los puntos. En el Campeonato 2012, jugado en Ciego de Ávila, los resultados no fueron entregados a la Federación internacional (FIDE), por lo que no hubo movimientos en el ELO.
Si se hubiese aplicado un sistema similar ahora, ¿Domínguez y Bruzón habrían reconsiderado su posición? Quizás; pero entonces se crearía otro problema: solo el Memorial Capablanca y el Campeonato nacional permiten la obtención de normas de Gran Maestro. Si no se enviara a la FIDE el reporte de lo sucedido en Santa Clara, los demás jugadores, que no tienen la posibilidad de intervenir en eventos a lo largo del año, mantendrían su mismo título y coeficiente. ¿Cómo podrían desarrollarse?
Mientras se resuelve (o no) el dilema del torneo nacional, el ajedrez cubano tiene a un nuevo campeón; sin embargo, el reino de este monarca, ante la ausencia de otros “pretendientes”, parece incompleto.
Vea además:
– Últimos campeones nacionales: Lázaro Bruzón (2004, 2005, 2007, 2009, 2010); Leinier Domínguez (2002, 2003 2006, 2012) y Yunieski Quesada (2008, 2011)
– El Elo, ¿culpable?