Las redes sociales se han consolidado como una excelente plataforma comunicativa para los más disímiles eventos deportivos. La prueba más reciente de la afirmación anterior ocurrió en la edición 47 del Súper Bowl de la NFL cuando, sobre ese desafío, los internautas publicaron en Twitter la asombrosa cifra de 24,1 millones de mensajes, en poco más de cuatro horas.
Por décima ocasión en la historia, el Súper Bowl se jugó en Nueva Orleans, en la misma instalación—ahora nombrada Mercedes-Benz Superdome—donde miles de damnificados del huracán Katrina encontraron refugio, en agosto de 2005, ante la pérdida de sus hogares.
El juego entre los Cuervos de Baltimore y los 49ers de San Francisco despertó una enorme expectación, por diversas razones: era la primera vez que se enfrentaban dos hermanos como entrenadores en la discusión del título (John Harbaugh al frente de Baltimore y Jim de San Francisco); además, el desafío marcaba el final de la exitosa—también controversial—carrera del apoyador Ray Lewis.
Toda la expectativa previa y, especialmente, el desarrollo del prolongado desafío quedó reflejado en diversas redes sociales; pero, sobre todo, en Twitter. La instantaneidad es una característica que distingue a estas plataformas; sin embargo, el poder de síntesis al que obliga Twitter—el mensaje no supera los 140 caracteres—y la posibilidad de encontrar con mayor rapidez los temas, a partir de su organización por “hashtag”, son características que le otorgan a esa red de microblogging un atractivo extra.
El interés generado por Twitter pudo comprobarse en la atención que le otorgaron las principales firmas patrocinadoras. Un anuncio publicitario de 30 segundos, en la transmisión televisiva de la cadena CBS, costó como promedio 3,5 millones de dólares. Por tanto, las empresas tenían que decidir bien qué términos utilizaban y cuáles sugerencias realizaban a esos “potenciales clientes”. Los datos de las compañías especializadas en medición digital mostraron que en 26 de los 52 comerciales presentados hubo al menos una referencia a Twitter; mientras, Facebook solo apareció en cuatro ocasiones y YouTube e Instagram apenas tuvieron una mención.
El Súper Bowl vivió dos momentos “picos”, en cuanto al total de tuits publicados. Aproximadamente cada minuto los internautas enviaron más de 230 mil mensajes; aunque esas cifras crecieron durante el show de entretiempo, protagonizado por Beyoncé y el inexplicable apagón que detuvo el partido por más de media hora.
La interpretación de Beyoncé fue muy seguida. Unos días antes, la artista se vio involucrada en una polémica, porque “dobló” una canción, en la ceremonia de investidura del presidente Barack Obama y algunos quizás temieran que esto volviera a suceder en el Súper Bowl.
Este contexto permite comprender la expectación creada alrededor de Beyoncé. Nada extraño sucedió en el show que tuvo su punto culminante en la interpretación del tema “Single Ladies”, al que se unieron las ex-integrantes del grupo Destiny’s Child. En total, más de 5,5 millones de tuits llegaron a la red; aunque lo “mejor” estaba por suceder.
Cuando apenas se había jugado un minuto del tercer cuarto del Súper Bowl—considerado el mayor evento deportivo en Estados Unidos, con una teleaudiencia que volvió a superar las 100 millones de personas—se produjo un fallo en el sistema eléctrico del Superdome, en Nueva Orleans. El apagón se prolongó por más de media hora y, como era de esperarse, fue un “trending topic”, en Twitter.
La falta de corriente no fue un problema para todo el mundo. Por ejemplo, la empresa Oreo compró el hashtag “Power outage”. De esta manera, cuando algún internauta buscaba ese término, en alusión directa al apagón, pues aparecía en primer lugar el mensaje de la empresa, con un comercial a la lista de servicios que ofrecía.
El cobro a los anunciantes por promover tuits es una de las principales estrategias seguidas por Twitter para sostenerse económicamente. De acuerdo con la empresa eMarketer, Twitter podría generar en 2013 ingresos por publicidad valorados en más de 540 millones de dólares, lo que representaría un aumento del 89% sobre lo obtenido en 2012.
La relación entre el deporte y Twitter parece cada vez más estrecha. Los atletas utilizan a esta plataforma para llegar a sus seguidores sin necesidad de intermediarios; los medios para compartir sus propias informaciones y ampliar sus fuentes informativas; mientras que los internautas encuentran en la síntesis de los tuits y sus posibilidades de rápida socialización una herramienta comunicativa fácil y muy útil.