El ajedrez cubano tendrá a un nuevo campeón nacional. La noticia, sin dudas, es llamativa; pero, quizás, lo más preocupante sea comprobar que esto ocurrirá porque el anterior monarca, Leinier Domínguez (2723), abdicó su corona.
De acuerdo con el Comisionado nacional, Carlos Rivero, citado por el árbitro FIDE José Luis Ramírez, en el sitio Capablanca, Domínguez tiene compromisos internacionales que impiden su participación en el certamen. Mientras, el segundo jugador del ranking cubano, Lázaro Bruzón—con un ELO en vivo de 2707 puntos—tampoco estará en Santa Clara, porque la diferencia de coeficiente del tunero con el resto de los participantes es muy grande. Ante esto, la Comisión decidió liberarlos.
No es la primera vez que esto ocurre. Las razones para las ausencias parecen comprensibles; aunque persiste la polémica, ya que el Campeonato nacional pierde credibilidad. En la edición 2012, los organizadores utilizaron una fórmula interesante: los resultados del evento, desarrollado en Ciego de Ávila, no influyeron en el ELO. Por tanto, hubo menos presión en los participantes y el match por el título, entre Domínguez y Bruzón, en dos partidas clásicas, fue atractivo.
Repetir el mismo formato en 2013 tenía un inconveniente: si el torneo no se reportaba a la Federación internacional (FIDE), entonces las normas que pudieran obtenerse en Santa Clara no serían válidas. Solo dos de los eventos que se desarrollan en Cuba otorgan normas importantes (Maestro Internacional y Gran Maestro): el Memorial Capablanca y el Campeonato nacional.
La Comisión enfrentó un dilema: si Domínguez y Bruzón entraban en el listado de 10 competidores, la amplísima diferencia en el ELO sobre los rivales los obligaría a jugar siempre por la victoria, porque un simple empate afectaría su coeficiente. Mientras que la inasistencia influiría en la legitimidad del campeonato; pero, al informar a la FIDE de los resultados, quedaba abierta la posibilidad para que un jugador, con una buena actuación, lograra una norma. Al analizar los pasos dados por los directivos del ajedrez cubano no es difícil comprender qué pesó más.
Ante las ausencias, el principal favorito para ganar por tercera ocasión el Campeonato es el local Yuniesky Quesada (2596) quien no estuvo mal en la Copa Panamericana por equipos, efectuada en Sao Paulo, donde los cubanos quedaron en la segunda posición. En Santa Clara también estarán los otros dos miembros de la selección nacional: Isán Ortiz (2585) y Yusnel Bacallao (2543).
Los siete jugadores restantes que optan por el título llegaron a la fase conclusiva tras clasificar en un extenso torneo semifinal, también desarrollado en Santa Clara. En esta lista aparecen: GM Holden Hernández (2541), MF Carlos Antonio Hevia (2524), MI Diasmany Otero (2461), MF Ermes Espinosa (2452), MI Liordis Quesada (2448), GM Omar Almeida (2506) y MF Rider Díaz (2306). Los dos últimos entraron como reemplazos de Domínguez y Bruzón.
Los datos ofrecidos por el árbitro Ramírez muestran que el Campeonato nacional 2013 tendrá categoría X, en el ranking de la FIDE, por su ELO promedio de 2496 puntos. Para obtener una norma de GM, un jugador debe acumular, como mínimo, seis unidades.
ARRIBAS, 10 VECES REINA
Parecía que sus mejores momentos habían quedado, definitivamente, atrás. Perdió muchos puntos ELO en 2012 y no lució bien en la Olimpiada de Estambul; sin embargo, la veterana Gran Maestra Maritza Arribas acaba de demostrar que su nivel de juego sigue alto. Si alguien todavía lo duda, debería revisar la tabla final de posiciones del Campeonato nacional femenino, desarrollado en Holguín.
Arribas concluyó invicta, con seis triunfos y cinco tablas y aventajó por un punto completo a la ocupante de la segunda plaza, la matancera Yanira Vigoa quien hizo 7,5 unidades. El tercer lugar fue para una de las favoritas, la pinareña Lisandra Ordaz, líder del ranking cubano por su ELO de 2371.
Esta fue la décima corona de Arribas, por lo que rompió el empate con la villaclareña Asela de Armas y ahora es la mujer con más títulos en la historia de los torneos nacionales. La santiaguera triunfó por primera vez en 1992; luego volvió a la cima en 1997 y dominó por completo la década inicial del siglo XXI, con éxitos en las ediciones de 2001, 2002, 2003, 2004, 2007, 2008 y 2009.