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Los Marlins de…Matanzas

Cualquier parecido con la de Matanzas…es pura coincidencia
Cualquier parecido con la de Matanzas…es pura coincidencia

Quizás una de las principales críticas a la Serie Nacional de béisbol en Cuba—al menos desde el punto de vista estético—sea la poca creatividad en la confección de los uniformes. Colores nada llamativos, tipografías horribles, símbolos que no tienen nada que ver con la provincia…la lista de “quejas y sugerencias” sería enorme.

Entonces, en medio de este panorama visual “gris” imagínense cuán grande fue mi sorpresa al observar el uniforme de visitador presentado por Matanzas. La combinación de colores, el tamaño de los números, la presencia del cocodrilo en la camisa sin dudas marcaban una diferencia apreciable con los uniformes de las otras selecciones.

Víctor Mesa, durante un partido contra Santiago de Cuba. Fijémonos en la "M" de la gorra
Víctor Mesa, durante un partido contra Santiago de Cuba. Fijémonos en la «M» de la gorra (la foto es cortesía de José Raúl Castillo quien la publicó en su blog Infodeportivas

Mi asombro todavía fue mayor cuando observé la gorra de los Cocodrilos…La “M” de Matanzas me resultaba familiar…demasiado familiar. Padezco de miopía, pero resultaba evidente que esa “M” era idéntica a la presentada, como parte de su identidad visual, por los Miami Marlins, en la temporada 2012 de las Grandes Ligas, aunque, claro, faltaba el “pececito”. Ya sabemos que a los Peces les fue muy mal en su nuevo estadio y que el dinero que se utilizó para construir el Marlins BallPark y la manera en que los directivos movieron a los principales jugadores no complació a nadie; sin embargo, la nueva gorra y el uniforme de los Marlins tal vez haya sido lo único salvable de esa selección.

Estoy casi seguro de que el traje de visitador de Matanzas no es “Made in Cuba” o “Made in Batos” (la industria deportiva local) y realmente no veo ningún problema en esto. Como me dijo un buen amigo matancero—ferviente seguidor de su equipo y crítico acérrimo de Industriales—si todo el mundo “está uniformado”, pues, ¿de qué quejarse? Por mi parte, ninguna queja, pues es mucho más agradable observar el colorido y bien diseñado uniforme matancero que su “versión anterior”; sin embargo, si esto se permitió con Matanzas, un equipo dirigido por Víctor Mesa, el manager de Cuba al III Clásico Mundial, entonces las puertas están abiertas para que “manos amigas contribuyan de la misma manera” con otras selecciones.

Los problemas con las gorras en la Serie Nacional no son nada nuevo. Ahora muchos hablan de los “Marlins de…Matanzas”, pero algunos olvidaron que, temporadas atrás, la antigua provincia Habana utilizaba la misma gorra que emplearon los Leones del Habana, la selección que más títulos alcanzó en la Liga profesional cubana.

Recordar a los grandes equipos— esos que algunos han tratado de dejar en el olvido por décadas— siempre será, desde mi punto de vista, una idea aplaudible; pero esto contrasta con la sugerencia-demanda de Cienfuegos, una provincia a la que no le acaban de aprobar la presencia del “Elefante” como logotipo; aunque para todo el mundo queda claro que ellos no son los “Camaroneros”, sino “Elefantes”, en alusión directa a otra de las principales novenas que tuvo la Liga profesional cubana.

Para concluir con los sinsentidos, ¿qué decir de lo sucedido con la SS invertida, visible en la gorra de Sancti Spíritus, al inicio de la 52 Serie Nacional?

Copiar símbolos nunca ha sido bien visto. Por tanto, calcar la M de los Marlins e incluirla en la gorra de Matanzas creo que fue un error. No metamos la política en el medio: si en lugar de la de los Marlins fuera la M de los Mellizos de Minnesota, también criticaría el hecho, porque el meollo del asunto es la creatividad. En vez de copiar, valdría la pena convocar a diseñadores talentosos y tener en cuenta el criterio del público y la historia del equipo a la hora de reelaborar la identidad visual de la Serie Nacional. Los fanáticos, de seguro, lo agradecerían.

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Uno de los pocos debates que encontré en Internet sobre este tema

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