Las tablas continúan acumulándose en la lista de Leinier Domínguez; pero, como «consuelo», el cuarto empate del cubano en el Grand Prix de Tashkent volvió a ser aceptable, porque además de la calidad de su oponente, el ruso Peter Svidler, el mejor ajedrecista de Latinoamérica hizo una buena partida; aunque en el apuro de tiempo estuvo a punto de perder el cotejo.
Con blancas (por tercera vez en el evento), Leinier optó por la Ruy López. La «predilección» por esa apertura no es nada nuevo y aunque por un lado pudiera señalarse como fortaleza el hecho de especializarse en una determina apertura o defensa, por el otro lado los rivales saben, de antemano, que contra el doble peón rey llegará la Española.
El cubano trató de atacar por el flanco rey, con su dama y torre; pero la pareja de caballo tenía poca movilidad y Svidler contratacó por el flanco dama. Con poco tiempo en el reloj, los motores de análisis consideraron que los movimiento 36. Td1 y 37. Rh1 fue errores que, afortunadamente, no supo aprovechar el ruso. Después, en pocas jugadas se cambiaron varias piezas y el final de torres estaba absolutamente empatado, así que los contrincantes optaron por compartir la unidad.
Ahora Leinier acumula dos puntos, en cinco partidas y ascendió hasta el décimo puesto. En las dos plazas del fondo aparecen Gata Kamsky y, sorpresivamente, Boris Gelfand quien ha jugado un torneo horrible.
La quinta ronda tuvo dos resultados muy llamativos: Kamsky inauguró el casillero de las victorias, al derrotar a Gelfand, en apenas 33 movimientos; mientras, el todavía lider, Alexander Morozevich inclinó su rey frente a Ruslan Ponomariov. De esta manera se produjo un empate en la cima, entre cinco ajedrecistas, todos con 3 unidades: Morozevich, Caruana, Mamedyarov, Kasimdzhanov (sorpresa!) y Karjakin.
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