Apenas tendrá 10 días para descansar y prepararse antes de afrontar su próximo reto; aunque, probablemente, el gran total de partidas jugadas, en un corto período de tiempo, no le preocupe al Gran Maestro Leinier Domínguez. ¿Estará agotado? Si así fuera, por lo menos no lo demostró en el Campeonato español de clubes, División de Honor, celebrado en León, donde el cubano fue el mejor jugador, al conquistar el título por equipos y añadir 7,5 unidades a su coeficiente ELO.
Leinier defendió el primer tablero del club Sestao Naturgas Energía, uno de los favoritos a la corona, por la calidad de sus jugadores. Además del cubano sobresalían en la nómina los franceses Maxime Vachier-Lagrave (2711), Laurent Fressinet (2703), Edouard Romain (2688) y el holandés Anish Giri (2715).
No hubo sorpresas en el torneo y el Sestao ganó seis de sus matches y entabló el otro, para concluir cómodamente en la primera posición, con 13 puntos, por delante de Solvay (10) y Reverté Albox (8). Leinier mantuvo su liderazgo todo el tiempo y fue el único del club que jugó en las siete rondas.
El cubano enfrentó a dos jugadores con más de 2700 y obtuvo victorias en ambas ocasiones. Primero chocó, con blancas, ante el búlgaro Iván Cheparinov (2710), quien trató de compensar su desventaja material con un peligroso peón pasado por la columna “e”; sin embargo, Leinier aprovechó la fuerza de su torre e inclinó el duelo a su favor.
Después, en la quinta ronda, tuvo tablero por medio al ucraniano Ruslan Ponomariov (2741). Esta fue una partida muy tensa, en la que Leinier alcanzó una gran superioridad posicional, pues las piezas del europeo apenas tenían movilidad; pero, al mismo tiempo, parecía muy difícil para las blancas romper el muro que representaban los peones de su adversario. Finalmente, Leinier encontró el plan ganador y realizó las jugadas precisas. Quizás este haya sido su triunfo más importante del año.
Leinier solo sufrió un revés en León, ante el indio Pentala Harikrishna (2692). Llegó con un peón de menos al final y aunque trató de resistir la presión de la torre rival, terminó por rendir su rey. En la última ronda, ya con el torneo decidido a favor del Sestao Naturga, no pocos pensamos que Leinier descansaría, pues tendría a un débil contrario: el español Daniel Alsina (2536). No obstante, el cubano volvió al tablero y ganó el cotejo.
De las siete partidas, Leinier triunfó en cuatro, entabló dos y perdió una. Su ELO aumentó en 7,5 unidades, por lo que casi recuperó todo lo cedido en el Grand Prix de Londres. Ahora su coeficiente en vivo es de 2733,5 puntos y ocupa la posición 21 del ranking mundial, por delante de Ponomariov.
En poco más de una semana, Domínguez viajará a Taskent, la capital de Uzbekistán, para la segunda de las seis paradas del Grand Prix de la Federación internacional. Este certamen será fortísimo, con un ELO promedio de 2745 puntos. Solo uno de los participantes tiene menor coeficiente que el cubano, el local Rustam Kasimdzhanov (2690). ¿Mejorará Leinier Domínguez su actuación de Londres, donde finalizó décimo?
ARRIBAS, ABAJO EN EL MUNDIAL
En Khanty-Mansiysk comenzó el Campeonato mundial femenino, con un formato parecido al de las Copas, es decir, matches a dos partidas clásicas, con eliminación directa. En el torneo intervienen 64 jugadoras, encabezadas por la actual reina y principal favorita, la china Hou Yifan.
La Gran Maestra Maritza Arribas fue la única cubana que logró la clasificación; aunque tal vez no haya llegado en su mejor forma competitiva, pues su ELO ha descendido hasta los 2273 puntos. Esto la colocó en el puesto 52 del ranking inicial, por lo que tuvo que enfrentar a una rival de más nivel: Bela Khotenashvili, de 2504 y con título de Maestro internacional, sin distinción de sexos.
En la primera partida del match, Arribas planteó, con negras, una defensa India del Rey. Hasta el medio juego hubo igualdad; sin embargo, después de perder un peón, en el movimiento 34, comenzó una caída que se concretó en la jugada 47. El revés obliga a la cubana a ganar el segundo duelo, para mantenerse en el campeonato; aunque, a partir de la notable diferencia entre ambas ajedrecistas, ese resultado parece muy difícil de alcanzar.