La Serie Mundial 2012 ha sido insípida. Realmente esperaba que los Tigres de Detroit despertaran y ofrecieran un poco más de resistencia; pero el cuerpo de lanzadores de los Gigantes de San Francisco ha sido tan dominante que no me parece que la temporada de Grandes Ligas regrese al Oeste.
Los Clásicos de Otoño suelen ser cerrados. Supuestamente la diferencia de calidad entre los campeones de las dos ligas no es muy amplia y los partidos están cargados de emoción. Todavía tengo en la memoria el duelo de 2011 entre Rangers y Cardenales; pero de seguro olvidaré pronto la Serie de 2012.
¿Alguien pensó que la poderosa ofensiva de los Tigres sería blanqueada en dos ocasiones consecutivas? Esto no ocurría desde 1966…casi nada. Los números son para echarse a llorar: de 11-1 con corrredores en posición anotadora, 24 ponches, 3 carreras en 27 innings. El slump colectivo está encabezado por Miguel Cabrera y Prince Fielder. Ellos promedian apenas 158, con una sola impulsada y ninguna anotada.
En 23 ocasiones un equipo ha tomado ventaja de 3 a 0 y en 20 la Serie finalizó con barrida. ¿Será esta la número 21? Me parece que sí. El prolongado descanso después de ganar la Liga Americana, el frío y, especialmente, la impresionante actuación de los lanzadores de los Gigantes provocarán que los Tigres no vivan un día más. Esperemos…