La tensión se mantuvo hasta el final; pero una recta de 100 millas terminó con las amenazas y después de 17 años, los Rojos de Cincinnati volvieron a ganar un partido de playoff. El regreso de Dusty Baker al dogout, tras sus problemas médicos, fue el mejor posible; aunque quizás el corazón del veterano manager haya sufrido y no poco al comprobar que, con solo 8 pitcheos, Johnny Cueto,su principal lanzador, un hombre que ganó 19 desafíos en la temporada regular, no era capaz de hacer ni un solo pitcheo más.
¿Alguien se imaginó un peor comienzo? Con Cain en la lomita, la desgracia de los Rojos parecía que se extendería…Pero los relevistas estuvieron impecables, especialmente Matt Latos, un abridor forzado a lanzar con poco tiempo de descanso. Con el bate, Brandon Phillips fue el mejor hombre: primero le desapareció la pelota a Cain y luego, en el noveno inning, impulsó la carrera de la tranquilidad.
El cierre fue complicado. Aroldis Chapman entró descontrolado, porque permitió un imparable y concedió un boleto. Baker le hizo una visita, para intentar calmar al zurdo quien ya estuvo en los playoff de 2010. El cubano logró un out; sin embargo, perdió el home nuevamente y llenó las almohadillas. El “milagro” de los Gigantes estaba más cercano…pero Chapman dominó sin problemas a «Kung-Fu Panda» Sandoval y aunque tiró un wild-pitch, después dejó congelado a Buster Posey, con una recta de 100 millas.
Concuerdo con varios análisis de especialistas que consideran al ganador de este playoff como el gran favorito para obtener el título de la Liga Nacional.