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Las tres rayas del «Tigre» Cabrera


Cuando el venezolano Miguel Cabrera enfrentó al pitcheo cubano, durante el primer Clásico Mundial, en 2006, ya era un buen bateador y tenía un anillo de Serie Mundial; aunque necesitaba mejorar varios aspectos. El proceso de aprendizaje fue rápido y, seis años después, el «Tigre de Maracay», como lo apodan, acaba de inscribir su nombre en la historia de las Grandes Ligas al obtener la Triple corona ofensiva.

Cabrera debutó en 2003, con los entonces Florida Marlins. Su fuerza al bate fue fundamental para que los Peces derrotaran, sorpresivamente, a los Yankees de Nueva York, en la Serie Mundial de aquel año. Luego, en 2008, los Tigres de Detroit le ofrecieron un extenso contrato de 152 millones de dólares, por ocho años.

En sus diez temporadas, el venezolano promedia 318, tiene dos títulos consecutivos de bateo (2011 y 2012) en la Liga Americana y ha asistido a siete Juegos de las Estrellas. Además, aceptó defender los colores de su país en los dos Clásicos Mundiales. En 2006 disparó dos cuadrangulares; mientras, en 2009, bateó para 289 y conectó otros dos vuelacercas.

Antes de que se lanzara la primera pelota, en la temporada 2012, Cabrera tuvo que cambiar nuevamente de posición. La llegada de Prince Fielder a los Tigres  forzó el retorno del venezolano a la tercera base. Quizás esta no haya sido la mejor noticia para el fornido pelotero; sin embargo, respondió rápidamente al reto. Después de 162 partidos y más de seis meses de juego, los números hablan por sí solos. Cabrera terminó como líder en los tres principales departamentos ofensivos: tuvo un promedio de 330, disparó 44 cuadrangulares e impulsó 139 carreras.

La hazaña de Cabrera fue ampliamente celebrada en toda América Latina, especialmente en Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez le dedicó un tuit de felicitación. Solo 14 hombres en la centenaria historia de las Mayores habían obtenido una Triple corona y el último de ellos fue Carl Yastrzemski, jardinero de los Medias Rojas, en 1967. En esa prestigiosa lista, donde ahora aparece el «Tigre de Maracay», están miembros del Salón de la Fama como Ted Williams, Ty Cobb, Jimmie Foxx, Mickey Mantle y Lou Gehrig.

La Triple corona fue impresionante. Además, el logro individual de Cabrera se combinó con la clasificación de Detroit a la postemporada, tras un fortísimo repunte en septiembre. Entonces, ¿por qué tantos medios de comunicación, casi todos en inglés, cuestionan el posible nombramiento de Cabrera como Jugador más valioso de la Liga Americana?

El otro candidato a ese premio es el jardinero novato, de 21 años, Mike Trout, quien también tuvo una formidable campaña (30 jonrones, 129 anotadas, 83 impulsadas y 49 bases robadas). Sus defensores alegan que, a partir de estadísticas más «modernas», supuestamente diseñadas para valorar la contribución global de un pelotero a su equipo, Trout estaría por encima del venezolano en diversos aspectos.

Estos «amantes de los números» parece que obvian un detalle esencial: los partidos de béisbol se ganan por las carreras y, a la hora de impulsar, Cabrera fue el mejor. Si la Triple corona la hubiera obtenido Derek Jeter o Chipper Jones, ¿realmente alguien pondría en duda su condición de JMV? Quizás el venezolano no sea el pelotero más famoso, ni publicitado; sin embargo, demostró en 2012 que es el bateador más completo de las Mayores. Eso merece un premio.

Publicado en CubaSí

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