El tercer colapso consecutivo para los Rangers de Texas acaba de concretarse. Probablemente no pocos fanáticos del equipo texano esperaran este resultado, pues después de perder 9 de los últimos 13 partidos, de ser barridos por los Atléticos de Oakland y ceder el título del Oeste, lo único que faltaba para completar la pesadilla era una derrota en el partido de wild card, contra los Orioles de Baltimore.
A los Rangers les falló su principal arma: la ofensiva. El zurdo Saunders se las arregló para mantenerse en el montículo durante cinco entradas y dos tercios, en los que diseminó seis hits y una carrera. Por el otro lado, el japonés Yu Darvish no estuvo brillante; pero tampoco fue un caos: lanzó seis y dos tercios y permitió tres anotaciones. El gran problema fue la alineación texana, incapaz de producir en el momento oportuno.
Después de las dos carreras de los Orioles, en el noveno, todo parecía decidido; sin embargo, Jim Johnson—el mejor cerrador de las Mayores, en 2012—entró en complicaciones; pero dominó a Daniel Murphy, con las bases llenas.
Me parece que Nolan Ryan volverá a tener malos sueños, después del nuevo fracaso. La directiva de los Rangers invirtió millones de dólares para conformar una potente nómina y aunque hubo lesiones en el camino, el equipo parecía destinado a discutir el título de la Americana. No será así. Y por favor, no culpen a Ron Washington…
Ahora los Orioles recibirán a los Yankees de Nueva York, en una serie que promete ser muy reñida, pues ambas selecciones batallaron durante meses por el título del Este. Los Mulos de Manhattan son los favoritos; aunque, en una serie corta (a 5 juegos, ¿por qué no la amplían a 7?), una vez más, cualquier cosa podría suceder.