La manida frase “tanto nadar, para morir en la orilla” parece aplicarse perfectamente al equipo Texas Rangers. En 2011 estuvieron, en dos ocasiones, a un strike del primer título de Serie Mundial en la historia de la franquicia. Ya sabemos qué sucedió contra los Cardenales… Ahora acaban de sufrir otro gran colapso—aunque nunca comparable con el anterior—al caer en tres ocasiones consecutivas frente a los Atléticos de Oakland y, en lugar del título del Oeste de la Americana y un puesto seguro en los playoff, los Rangers tendrán que definir el futuro de su temporada en un único desafío, contra los Orioles de Baltimore.
Creo que nadie imaginó, en abril, que seis meses más tarde los Atléticos celebrarían su regreso a la postemporada, después de seis terribles campañas. Con una nómina de apenas 59,5 millones, la más baja en Grandes Ligas, Oakland parecía destinado a luchar con los Marineros de Seattle, por no terminar en la última posición de la muy competitiva división Oeste.
Para complicar más las cosas, los Atléticos tuvieron varias bajas. Por ejemplo, Brett Anderson casi no lanzó luego de su cirugía de Tommy John. Además, Dallas Braden nunca estuvo disponible, por sus problemas en el hombro; mientras, Bartolo Colón recibió una suspensión de 50 partidos, en agosto, al dar positivo un examen antidopaje. Era para echarse a llorar, pero todavía faltaba el susto de Brandon McCarthy quien recibió una línea en la cabeza que lo llevó al quirófano y puso en peligro su vida.
A pesar de los problemas, los Atléticos siguieron en la pelea, gracias al apoyo ofensivo de Reddick y Céspedes, combinado con un cuerpo de relevistas que logró preservar las ventajas. Entonces llegó la serie final contra los Rangers. Ya Oakland tenía garantizado un puesto como wild-card, así que no tenía nada que perder frente a Texas.
Solo cuatro equipos en la centenaria historia de la MLB habían reducido una diferencia de 13 juegos para ganar la división. En 1914 lo hizo Boston Braves, luego en 1951 los Gigantes de Nueva York; más tarde, en 1978, los Yankees de Nueva York y después, en 1995, los Marineros de Seattle. Ahora a esa lista se suman los Atléticos de 2012.
Sobre los Rangers…también tuvieron lesiones importantes; pero con 13 juegos de ventaja debieron ganar la división. Perdieron el rumbo y ciertamente creo que los Orioles son los favoritos para el juego de muerte súbita, un invento de la MLB que me parece nada atractivo.
Escenario de playoff divisional, Liga Americana:
Yankees vs. Ganador de Orioles vs. Rangers
Atléticos de Oakland vs. Tigres de Detroit
Escenarios del playoff divisional, Liga Nacional:
Washington vs. Ganador de Bravos vs. Cardenales
Cincinnati vs. San Francisco