Las tres victorias consecutivas de la selección cubana, en el torneo Abierto de la Olimpiada de ajedrez, ilusionaron a no pocos. El equipo finalmente estaba entre los 20 primeros lugares; aunque, para mejorar esa posición, debían derrotar a otro potente plantel: Francia, con un ELO promedio de 2684. Solo Leinier Domínguez, en el primer tablero, tenía más coeficiente que su rival; mientras las diferencias en la tercera y cuarta mesa eran realmente grandes.
El primer encuentro que terminó fue el de Lázaro Bruzón, en el segundo tablero. El tunero ha sido el mejor ajedrecista cubano en el evento; sin embargo, frente a Laurent Fressinet, un rival de 2714 puntos de ELO, nunca tuvo ni la más mínima oportunidad. Bruzón planteó una Apertura Escocesa que derivó en rápidos cambios de piezas. El francés casi no consumió tiempo y el empate se firmó en el movimiento 34.
Poco después, Leinier Domínguez logró el mismo resultado ante Maxime Vachier-Lagrave (2686). Esta fue otra complicadísima partida para el líder del ranking latinoamericano. Leinier, con negras, se enfrentó a una Apertura Inglesa y el francés trató de presionar por la columna “g”. El cubano se defendió bien, hasta que los intercambios de piezas condujeron a un final de alfil y dos peones que terminó en la división del punto.
El capitán del equipo, Reynaldo Vera, decidió darle una oportunidad, en el cuarto tablero, a Isán Ortiz, de 2569, quien enfrentó a Christian Bauer (2682). El europeo escogió una defensa Siciliana y como ninguno pudo enrocarse, la partida quedó abierta. La posición de Ortiz, con sus peones por el centro, lucía prometedora; sin embargo, equivocó los cálculos con 16.f5 y Bauer tomó un peón de ventaja que mantuvo hasta el final. Incluso, Ortiz tuvo algunas oportunidades; aunque después de 47…f4, terminaron las esperanzas.
Solo quedaba la partida en el tercer tablero, donde Yuniesky Quesada estuvo muy cerca de derrotar a Vladislav Tkachiev (2644). El cubano planteó una defensa Nimzoindia y su peón pasado por la columna “a” parecía indetenible. Tkachiev cometió un error al colocar su rey en h2, en el movimiento 49. Esta pifia pudo haber decidido el duelo; pero Quesada no encontró la combinación ganadora y el empate le dio la victoria final a Francia por 2,5 a 1,5.
Cuba no acumuló puntos en el match y descendió hasta la posición 29. En la novena ronda el equipo nacional enfrentará a Letonia, una selección que, de seguro, colocará en el primer tablero al “ex-español”, Alexei Shirov (2706).
Los rusos no ganan una Olimpiada desde 2002; pero parece que esa mala racha terminará en Estambul. El equipo liderado por Vladimir Kramnik volvió a salir airoso en otro difícil match, esta vez ante los campeones de 2010, Ucrania. En la única partida que tuvo decisión, Sergey Karjakin derrotó a Andrei Volokitin y dio los dos valiosos puntos que le permitieron a Rusia ampliar su ventaja en la primera posición, con 15 unidades.
Detrás aparecen cinco equipos, todos con 13 puntos: China, Armenia, Estados Unidos, Alemania y la gran sorpresa del evento, Filipinas. El resultado más llamativo de la octava ronda fue la convincente victoria de los filipinos sobre los ingleses; además, sobresalió el empate de los chinos ante los azeríes y la victoria de Armenia frente a Uzbekistán.
EMPATES TRAICIONEROS
Nuevamente las cubanas chocaron contra un rival inferior en el ELO. Las turcas promediaban 2137, por 2335 las antillanas; sin embargo, frente al tablero, hubo paridad en el marcador.
Lisandra Ordaz, en la primera mesa, dividió la unidad ante Kubra Ozturk, de 2994 y poco después concluyó el duelo, en el cuarto tablero, entre Lisandra Llaudy y Kardelen Cemham, de 1938. La turca cometió un serio error y la holguinera fue capaz de combinar sus piezas para crear amenazas de jaque mate. Ese triunfo le dio ventaja a la selección nacional.
Luego, en el segundo tablero, Sulennis Piña firmó las tablas ante Betul Cemre Yildiz (2341). Entonces, todas las miradas se concentraron en la mesa donde Oleiny Linares trataba de salvar una posición muy difícil frente a Emel Kaya, con un ELO de apenas 1974. Ambas se equivocaron, una y otra vez, hasta que finalmente la santiaguera inclinó su rey, por lo que el match concluyó empatado a dos.
De esta manera, Cuba llegó a nueve puntos y aparece en una decepcionante posición 48. El rival de la novena ronda será Montenegro. Las chinas ratificaron su favoritismo al aplastar a Polonia por tres a uno y alcanzaron las 14 unidades, una más que Francia, India, Rusia y Uzbekistán.
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