Después de fallar tantas veces en Boston y con la temporada del Miami Heat a punto de terminar, LeBron James finalmente hizo lo que se espera de un MVP: acabó con las defensas rivales y marcó 45 puntos en la impresionante victoria del equipo floridano sobre los Celtics. Mi reverencia ante el King, a quien tantas otras veces he criticado.
Pocos esperaban una reacción tan fuerte del Heat en la semifinal de la conferencia Este de la NBA. Después de tener una cómoda ventaja de 2 a 0 y cuando ya muchos pensábamos en una final entre San Antonio y Miami, los veteranos de Boston asombraron con una inesperada reacción que incluyó un triunfo en tiempo extra y una convincente victoria en la America Airlines Arena. En apenas 5 días, el playoff quedó 3 a 2, a favor de los Celtics.
En el Oeste se vivió una situación similar y los Spurs fueron aplastados en cuatro partidos consecutivos por el Thunder de Oklahoma City, un equipo que por primera vez avanzó a la final de la NBA. Entonces, la pregunta estaba en el aire: ¿podría el Heat vencer a Boston, como visitante? LeBron respondió rápidamente la interrogante.
James marcó 45 puntos, al encestar 19 de sus 26 disparos y fue, sin dudas, la principal estrella de la noche. En el mismo escenario donde fue eliminado por los Celtics, cuando jugaba para Cleveland Cavaliers, LeBron ayudó a Heat a construir una gran ventaja, la más larga de todo el playoff.
¿Qué podemos esperar en el séptimo juego? Boston desperdició una enorme oportunidad en casa y ahora parece muy difícil que pueda recuperarse de la derrota por 98 a 79; sin embargo, no olvidemos que el Big Three, probablemente en su último partido juntos, acumula una larga experiencia, así que saben resistir la presión. De cualquier manera, el Heat es el gran favorito y si el King James tiene una noche similar a la del sexto desafío, pues no creo que haya problemas para que el Heat retorne a la final.