En Ciego de Ávila siguen lanzando fuegos artificiales sobre el estadio. Mientras comienza la fiesta en esa provincia que de seguro vivirá su “noche más larga”, a cientos de kilómetros de allí, el silencio cubre a la noche capitalina. Antes de que se hiciera el primer lanzamiento de la final de la 51 Serie Nacional los fanáticos de Industriales esperaban una nueva corona (la 13ra) del equipo con más historia en la pelota cubana. Quizás se creyeron campeones antes de tiempo, tal vez pensaron que Ciego de Ávila no podría aguantar la presión, incluso, puede que hayan olvidado que los Azules llegaron a la discusión del título con un pitcheo risible. Olvidaron tantas cosas que ahora no saben cómo reaccionar. El silencio sobre la madrugada habanera es el peor réquiem para Industriales.
Ahora espero los comentarios triunfalistas, los juegos de palabras entre Tigres y Leones, también los titulares mediáticos sobre la instauración de un nuevo “rey de la selva”. Otros hablarán del “gran espectáculo” que fue la 51 Serie Nacional y una larga lista de etcéteras. Nuevamente confundirán “rivalidad”, con “calidad”. Luego vendrá el “análisis de los próximos compromisos internacionales”, que incluyen el tope entre Cuba y los universitarios de Estados Unidos, el Mundial universitario y algún torneo en Holanda. Nada más. ¿Qué pasará con la Serie del Caribe 2013? ¿Participará Cuba? ¿Cuáles son esos cambios, anunciados detrás de enigmáticas frases por un Vicepresidente de la Federación internacional de béisbol? Creo que a muchos nos gustaría conocer esas respuestas.
Los avileños siguen celebrando su primer título nacional. Realmente me alegro, no por Roger Machado, sino por varios jugadores que han entregado su vida a ese equipo y por supuesto que en primer lugar coloco a Mario Jorge Vega. Del otro lado del diamante, Vargas solo atina a permanecer sentado, en esa silla que lo acompañó toda la Serie y un poco más atrás, las cámaras enfocan a Antonio Romero, un brillante lanzador que promete muchísimo. En la capital no le perdonarán a Vargas los errores en los movimientos del pitcheo; pero supongo que los fanáticos azules tampoco “perdonen” el bajísimo rendimiento ofensivo de su selección.
Cerró la 51 Serie. No habrá desfile de “Leones” por el Prado capitalino. En las esquinas todavía algunos comentan jugadas polémicas de la final. Quizás no por mucho más tiempo. Se aproxima la Eurocopa de fútbol y aunque en las Grandes Ligas Josh Hamilton siga bateando cuadrangulares y un zurdo, con el número 54, se empeñe en mantener su PCL en 0,00, el béisbol para los cubanos, supuestamente, “acaba de salir de vacaciones”.