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Setentas velas para Muhammad Alí


Cuarenta años atrás Muhammad Alí era, probablemente, el deportista más reconocido en el mundo. Ya por esa fecha combatía con otro nombre y lo había ganado casi todo sobre un cuadrilátero de boxeo; pero su figura trascendía también por las posiciones que adoptó contra la guerra de Vietnam y la discriminación racial en Estados Unidos.

Los éxitos deportivos y las contradicciones personales nunca faltaron en la carrera de Alí quien llegó a los titulares mediáticos por primera vez en 1960 cuando, con solo 18 años, conquistó el oro olímpico en la cita de Roma. En ese momento era Cassius Clay; sin embargo, su unión a la organización “Nación del Islam”, en 1964, vino acompañada, además del cambio de vida, con otra importante variación.

Clay decidió nunca más utilizar su “nombre de esclavo” y exigió que lo llamaran Muhammad Alí. Ya era el campeón mundial profesional en los súper pesados; aunque de seguro nunca imaginó que, cuatro décadas más tarde, los guantes con los que derrotó a Floyd Patterson, en una pelea por el título, en 1965, serían subastados en Las Vegas y obtendría por ellos más de un millón de dólares que destinaría a causas humanitarias.

Alí afrontaba serios problemas. Sobre el cuadrilátero su peculiar estilo en las peleas de «volar como una mariposa y picar como una abeja” lo convertía en un pugilista muy difícil de derrotar—apenas sufrió cinco reveses en su carrera profesional y dos de ellos cuando no estaba en buena forma física—; sin embargo, sus abiertas críticas contra la discriminación racial lo convirtieron en una persona poco deseable para determinados sectores de la sociedad norteamericana.

En 1967 Alí recibió la orden de incorporarse al Ejército que libraba una inútil y genocida guerra en Vietnam. El campeón se negó a cumplir con el servicio militar, porque consideraba que esto iba en contra de sus creencias religiosas. Por siempre será recordada su frase: “no tengo ninguna pelea con los viet cong. Ningún viet cong me ha llamado alguna vez negro.”
La negativa de Alí fue muy manipulada y las represalias no tardaron: las autoridades lo declararon culpable por evadir el servicio militar, le retiraron el título y prohibieron su participación en los combates. Alí no se cansó de protestar; pero durante cuatro años estuvo alejado de los cuadriláteros. Finalmente en 1970 el Tribunal supremo de Estados Unidos reconoció la validez de su reclamación y le devolvió la licencia de boxeador.

A pesar del alejamiento y de los casi 30 años, Alí se sentía con fuerzas y eso lo demostró en la primera mitad de la década del setenta. Sin dudas su rival más complicado y con quien sostuvo una horrible enemistad fue Joe Frazier.
Las contradicciones entre ambos quizás hayan comenzado antes de marzo de 1971; pero de seguro se incrementaron después del combate en el Madison Square Garden, donde Frazier le propinó a Alí su primera derrota como profesional. El campeón había perdido su corona y aunque luego la recuperaría, ese revés lo marcó toda la vida.

Tres años más tarde, Alí concretó la revancha y en el mismo escenario, el Garden neoyorquino, venció a Frazier, por decisión unánime en 12 asaltos. Estos dos grandes peleadores no podían soportarse. Alí, en sus continuos ataques verbales, en forma de versos, se burlaba constantemente de Frazier, al que llamaba “gorila”, por las supuestas pocas luces de su adversario; mientras “Smoking Joe”—como le decían a Frazier—criticó el cambio de nombre de su rival. Cuando le detectaron la enfermedad de Parkinson a Alí, en 1984, Joe dijo que había recibido un “castigo de Dios”.

Antes de que se produjera la esperada tercera pelea entre Alí y Frazier, Muhammad chocó contra otra de las leyendas de los súper pesados: George Foreman. El duelo se realizó en Kinshasa, Zaire y quedó guardado en la historia como una de las demostraciones más espectaculares de Alí, porque puso fuera de combate a Foreman en el octavo asalto y reconquistó el título mundial.

Como se esperaba, la rivalidad de Alí y Frazier volvió a explotar, en 1975, en Manila, la capital de Filipinas. Esta vez “Smoking Joe” nada pudo hacer contra Alí quien obtuvo un convincente triunfo que lo ratificó en la cima. Ese mismo año publicó su autobiografía, en la que aseguró haber lanzado a las aguas del río Ohio su medalla de oro olímpica, como muestra de descontento por la discriminación racial que existía en Estados Unidos. Este hecho continúa siendo polémico; pero, tal vez para aclarar todas las dudas y a modo de homenaje, durante la Olimpiada de Atlanta, en 1996, Alí recibió una réplica de su presea dorada.

Durante mucho tiempo se habló de la posibilidad de una pelea entre Alí y el cubano Teófilo Stevenson. Ambos eran los mejores pesos pesados, entre los profesionales y amateurs; sin embargo, ese combate—que hubiera sido espectacular—nunca llegó a celebrarse, por diversas razones; aunque surgió una amistad que incluyó una visita de Stevenson al hogar de Alí y, luego, un viaje del norteamericano a La Habana, en los años noventa.

El legado de Alí trasciende a sus tres coronas mundiales como profesional. La admiración que sigue despertando en los más diversos ámbitos de la sociedad—no solo estadounidense— pudo apreciarse en la celebración del setenta cumpleaños del campeón. Personalidades del deporte, el cine, la televisión, hasta el presidente Barack Obama enviaron un mensaje de felicitación a un hombre que fue muy incomprendido; pero que, “al volar como una mariposa y golpear como una abeja” y defender siempre sus derechos, se convirtió en uno de los deportistas más influyentes del siglo XX.

Publicado en CubaSí

2 comentarios

  • Cubano-Americano

    Si Miguel..Ali se quejaba de racismo..pero …llamaba a Frazier..the shit negger..y otros epitetos racioales com gorila negroa y como negro bembon..esto le ressto mucho a Ali pues estas criticas no eran respondidas por Frazier por ese este cristiano evangelista que no le cuadraban esas groserias,,Ali ademas de incomprendido fue bastante «payazo»…pero..indiscutible..fue EL MEJOR!!…..so far bro………

  • Alberto Martinez

    Ali hace cuarenta años era posiblemente el deportista mas conocido del mundo,menos en Cuba donde nunca publicaron nada de sus peleas y mucho menos una foto suya

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