Pensé, al igual que muchos, que los días de Manny Ramírez en las Grandes Ligas habían terminado. Las razones parecían convincentes: después de dar por segunda vez positivo en un examen antidoping, el dominicano ni siquiera dio explicaciones a los directivos de los Tampa Bay Rays. Sencillamente tomó sus maletas, se fue de vacaciones con sus millones de dólares y ni se preocupó por los 100 partidos de suspensión, contemplados en el reglamento de la MLB para aquellos que reincidieran en el uso de sustancias prohibidas.
Pero yo estaba equivocado. Manny Ramírez decidió continuar jugando al béisbol. Aún más extraño, al menos para mí, fue que apareciera un equipo dispuesto a aceptar en su nómina al extravagante jugador (nadie lo hizo con Barry Bonds); pero, a fin de cuentas, los Atléticos de Oakland han optado por arriesgarse muy en serio en la pretemporada de 2012 y el movimiento con Manny pudiera ofrecerle resultados al equipo.
A Manny “solo” le pagaron 500 mil dólares y no tiene un puesto garantizado en el roster. Si el dominicano mostrara alguna de las habilidades por las que se convirtió en uno de los bateadores más completos— ¿ayudado por los esteroides?—en las Mayores, pues los Atléticos añadirían un mayor poder ofensivo que necesitan desesperadamente, porque el Oeste de la Americana, con los Rangers y los Angels más que reforzados, luce una división muy difícil.
Por tanto, los Atléticos tienen poco que perder…aparentemente. En realidad perdieron cuando decidieron darle una oportunidad a un jugador que no lo merece, a un hombre que estaba destinado, sin problemas, al Salón de la Fama; pero ni sus 555 cuadrangulares, 312 de promedio y 1831 impulsadas lo llevarán a Cooperstown. Si otros, como Pete Rose y Mark McGwire, no han entrado, y dudo que Roger Clemens lo haga, entonces, ¿por qué lo haría Manny Ramírez?
¿Qué busca Manny? ¿Limpiar su imagen? Misión imposible. ¿Más dinero? 500 mil es poco para un hombre que sobrepasaba los 20 millones anuales. Entonces…quizás por diversión, porque se aburre y no sabe hacer nada más. Después de ver este “retorno” de Manny y el increíble perdón a Ryan Braun, por un absurdo tecnicismo, creo que la MLB ha dado un paso atrás en su afán por mejorar la imagen del juego.
pienso que no es asi…contrario a lo que piensas es satisfactorio que la MLB piense darle una oportunidad a esos jovenes como es el caso de manny …si te fijas la misma liga empuja a que estos muchachos mantengan un buen raiting y atrayendo personas al parque….la liga es co-culpable de las sinverguenzadas que hacen los peloteros…ante una doble-moral…por un lado te exigimos muchos jonrones y por otro lado limpieza…en definitiva me parece que una segunda oportunidad limpiaria aun mas en nombre de la MLB
Saludos Omar y gracias por tu comentario…No creo que la MLB le esté «dando una oportunidad» a Manny Ramírez, aunque concuerdo contigo en que efectivamente los Atléticos cuentan con Manny no solo para impulsar carreras (en caso de que esté en buena forma física), sino también para atraer personas al estadio. Manny ya no es ningún joven, porque tiene 38 años y lleva casi dos décadas en las Mayores. Si su primer dopaje fue positivo (enmascarado en sustancias que tomaban las mujeres para los embarazos), ¿qué decir del segundo ? El dominicano no se tomó «el trabajo» de disculparse ni con los fanáticos ni con los directivos de Tampa Bay que le habían ofrecido un contrato por 2,2 millones. «Manny siendo Manny» agarró sus maletas y para Europa. Incluso la MLB ahora solo le dará 50 partidos de suspensión…porque como no jugó en 2011…También estoy de acuerdo en que, en un determinado momento, MLB se hizo de la vista gorda con el doping. Era la época en que todo el mundo conectaba 50 jonrones (inolvidable Brady Anderson, ese primer bate de los Orioles que nadie pensó que podría disparar tantos vuelacercas); pero creo que las Mayores entendieron que perdían credibilidad y al menos adoptaron algunas medidas y se desaparecieron los «jonroneros»; aunque me parece absurdo solo 100 partidos para un segundo examen positivo. En cualquier otro deporte eso significaría una suspensión de por vida. Solo con medidas enérgicas se puede detener ese mal. Es cierto que se le exige mucho a los peloteros, pero para eso cobran millones de dólares. A Pujols se le exigió mucho con los Cardenales y se le volverá a exigir con los Angels; mientras que José Bautista (por mencionar a 2 dominicanos) sabe que esperan otra temporada con más de 40 jonrones, pero que con los conecte, como hasta ahora, sin «apoyarse» en el doping.
¿Cree ud. que esa «segunda oportunidad» para Ryan Braun -digo segunda, porque ni siquiera le confirmaron el doping- «limpiará el nombre de la MLB» ? No es lo que he leído ni creo. Incluso, un directivo de la MLB, nada menos que su vicepresidente ejecutivo Rob Manfred, dijo estar en desacuerdo con el «árbitro independiente » que anuló la sanción.