“Debo estar convencido”, respondió Pep Guardiola cuando le preguntaron, nuevamente, por su renovación al frente del mejor club de fútbol del siglo XXI. Pero, ¿convencido de qué? Estas serían algunas de sus posibles respuestas:
1) Del apoyo del club. La directiva, presidida por Sandro Rosell, ha dicho en múltiples ocasiones que la renovación del contrato está sobre la mesa y solo depende de Pep; pero creo que el técnico duda. Sabe que las victorias suelen olvidarse con asombrosa rapidez y en la temporada 2011-2012, al menos en la Liga española, algunas cosas han fallado; mientras el Real Madrid ha sido implacable. Si los descalabros se extendieran a la Liga de campeones—¡espero que no!—pues quizás crecerían las críticas y asomaría la posibilidad de un despido.
De seguro esta no es la manera en que piensa retirarse Guardiola del club al que ha conducido a 13 títulos, así que recela de los que hoy no se cansan de alabarlo.
2) La unión entre los jugadores. Una de las principales críticas que siempre han existido sobre el prácticamente invencible once culé es la desunión entre los futbolistas. Los comentarios de algunos jugadores que ya no forman parte de la plantilla ayudaron a reforzar esa idea (Yaya Touré, Bojan, Ibrahimovic); sin embargo, los que salen al terreno vistiendo la camiseta blaugrana desmienten esos ácidos comentarios.
Para los que dudan, tal vez deberían escuchar otra vez el discurso de Messi cuando compartió su tercer balón de oro con su compañero Xavi. Precisamente la supuesta Messi-dependencia estuvo en el centro de la polémica con David Villa y ahora aparece el “enfrentamiento” entre Piqué y el técnico. Muchas de estas historias parecen construidas o, al menos, colocadas en los titulares por medios de comunicación más que parciales; pero Guardiola también sabe que mantener la estabilidad entre tantos súper egos no es nada fácil.
3) ¿El tedio? Después de ganarlo absolutamente todo, ¿qué le queda por demostrar? Siempre le acompañará el argumento de haber dirigido a un club con enormes talentos; pero allí están sus acertadas estrategias y también los errores, porque los ha cometido, al igual que todos. Guardiola probablemente sepa que es muy difícil mantener el extraordinario dominio ejercido por el Barcelona en el último lustro. La tendencia indica que los grandes clubes de fútbol, luego de un tiempo en la cima, caen, para comenzar luego un proceso de recomposición. Creo que Pep no quiere formar parte de una posible caída blaugrana.
Entonces, ¿hasta cuándo continuará la indecisión de Pep Guardiola? Me parece que retardará su decisión un poco más. Con paciente impaciencia analizará cómo evoluciona el equipo y la reacción de directivos y fanáticos. Solo después de esto tendremos su respuesta definitiva. Sandro Rosell podría presionar, porque en caso de una intempestiva partida (que espero no se produzca), el club tendría muy poco tiempo para encontrar a un sustituto.
¿Previsión? La liga española ya pertenece al Madrid; pero una vez que el Barça alcance la semifinal de la Liga de campeones Guardiola firmará la renovación que lo mantendrá, durante otro año, en el banquillo del Camp Nou.
¿a qué espera Guardiola? bueno, quién sabe si alguien le propuso unas «merecidas vacaciones» ya sabes que eso suena tentador… y está de moda.